Tras haber sido invitado al centro social "Cambiar el mundo", situado en un viejo cine en ruinas de Roma, un renombrado intelectual queda totalmente impresionado con la vida y agitación que animan este lugar. Una idea revolucionaria se gesta por casualidad durante una entrevista retransmitida por "Televisión de la Calle": estos encuentros entre jóvenes que tanta vida irradian podrían dar lugar a realidades innovadoras desde el punto de vista social y cultural. La idea es acogida con un entusiasmo generalizado y pasa a convertirse en un proyecto que recibe mucha atención de los medios, un caso internacional. La gente se moviliza e intenta sacar el máximo partido de esta oportunidad, aunque pronto esa agitación llena de vida que impresionó al intelectual se verá distorsionada, convirtiéndose en el objeto de diatribas y conflictos entre las diferentes almas de la izquierda.