Ricky es un niño de 10 años que no tiene miedo a nada, y que no se lleva demasiado bien con su hermano de 15, Micha. La carpintería de sus padres es el único lugar en el que se siente seguro, pero el negocio está en la cuerda floja. Cuando Alex, una chica de 13 años, llega al pueblo, las cosas cambian. Como sabe que será difícil conquistarla, Micha le pide a su hermano que la espíe y se convierten en un equipo. Finalmente tienen la relación fraternal que anhelaban.