Filmado en blanco y negro, el filme de Shongwe-La Mer es una historia de jóvenes desatendidos, drogas, brabuconerías y suicidio, desarrollada dentro de los frondosos barrios de clase media de Johannesburgo. Ha pasado un año desde la muerte de la amiga de Jabz, Emily, quien misteriosamente transmitió su propio suicidio en vivo por internet. Mientras que un equipo de documental trata de descifrar su muerte, Jabz y otros que conocían a Emily desean desesperadamente olvidar. Jabz y September dan vueltas por la ciudad en un Jaguar prestado, fanfarroneando sobre razas, política y experiencias sexuales estrafalarias. Una serie de eventos aparentemente fortuitos, desde robar una farmacia, provocar una pelea en una tienda de licores, hasta una visita perturbadora a su traficante de drogas travesti, los conlleva al hogar (y los brazos) de las bellas gemelas judías vestidas en bikini, Tali y Rafi. Con vino caro abierto y a medida que se consume más droga, los jóvenes se van adentrando en una nube de euforia casi infantil. A través de todo esto Jabz y September se aferran el uno al otro, tratando de expresar el sentimiento compartido por todos los chicos de la ciudad, un anhelo de compasión e identidad en grandes dosis.