Los niños y los nietos de los inmigrados que llegaron a Francia en los años 50 pudieron, gracias a la escuela pública, llegar al saber, adquirir diplomas y considerar una verdadera carrera profesional. Sin embargo, la tasa de paro de los jóvenes titulados provenientes de la inmigración es tres veces más elevada que la de la media nacional. No obstante, la empresa es un crisol simbólico que consigue, gracias al trabajo, reunir a toda la sociedad y darle la sensación de pertenecer a una nación. Entonces, cuando una empresa les proporciona a estos hombres y estas mujeres una oportunidad de entrar en el mundo laboral, su recorrido puede llevarlos al nivel más alto.