09/04/2010

Hay un pueblo en Basilicata donde se baila de tres en tres, en grupos de dos chicos y una chica, ya que la presencia femenina escasea. “Un homenaje a Jules & Jim de François Truffaut", explica Rocco Papaleo, un actor que, tras una carrera de 50 años en la que ha trabajado en unas treinta películas, ha conseguido hacer realidad su sueño de convertirse en director con una película sobre su tierra, Basilicata, una región casi escondida entre Campania, Apulia y Calabria. “Basilicata es el no-lugar por excelencia”, subraya Papaleo, siguiendo la definición del antropólogo Marc Augé. Un no-lugar que atravesar a pie, como los protagonistas de Basilicata Coast to Coast [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Rocco Papaleo
ficha de la película] (estreno el 9 de abril), una comedia musical on the road.

“La cuestión de la Italia meridional es importante para mí. Tengo este peso encima, algo que me apasiona. La Basilicata de mi película no es de documental, sino que refleja la idea que uno de los personajes tiene de su tierra. Es lo que estaba en mi cabeza cuando joven, un recuerdo que he conservado en una botella, una región capaz de sueños poco realistas y aventureros”, ha agregado el realizador.

Esta cinta, que será la primera incursión en la producción de la distribuidora Eagle Pictures Italia, tiene como punto de partida el llamado “teatro-canción” creado por Giorgio Gaber en los años 70, un arte que Papaleo ha trabajado intensamente con el guionista Valter Lupo. "Hago este tipo de teatro con Valter desde hace treinta años y queríamos hacer un guión cinematográfico a partir de él, aunque sean cosas muy distintas. El teatro se hace con un par de amigos músicos y poco dinero”.

Así, la película gira en torno a las composiciones musicales de Rocco. “Existía un problema técnico para las actuaciones en vivo, así que nos hemos confiado a nuestra capacidad para hacer las cosas rápido y bien. Hemos rodado mucho, también cosas sin sentido, pero al final el montaje de Christian Lombardi, que también trabajaba por primera vez en el cine, ha conseguido recrear el lenguaje musical del teatro-canción. Y para mi esta película es exactamente igual que una canción. En la mejor de las hipótesis, una poesía. Se crean versos, se colocan en el pentagrama y se llama a unos cuantos amigos para que los acompañen con música”.

Amigos excepcionales, ya que los arreglos, de influencia jazz, son obra de Rita Marcotulli, una de las más importantes pianistas italianas. “Ha sido un encuentro fantástico. Estaba enamorado de ella, conocía su música y sus discos. Rita tiene la capacidad de la síntesis. Es mucho más que una pianista jazz. Ha aceptado trabajar y yo aún no salgo de mi asombro por lo que ha hecho por la película”.

El reparto de la cinta, además de Alessandro Gassman, Paolo Briguglia y Giovanna Mezzogiorno, incluye al cantautor Max Gazzè, mudo y excéntrico. “Max se callaba sólo mientras se rodaban las escenas. En realidad, es una fuente continua de sabiduría. Le digo por ejemplo la palabra swing y él empieza a decir cosas maravillosas, con citas zen, y al cabo de pocos minutos me pierdo”.