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Guidovan Driel • Director

“La película explica menos aún que el cómic original”

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- El dibujante holandés Guido van Driel ha debutado en el cine llevando a la gran pantalla uno de sus propios cómics: The Resurrection of a Bastard.

El dibujante holandés Guido van Driel ha debutado en el cine llevando a la gran pantalla uno de sus propios cómics: The Resurrection of a Bastard [+lee también:
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. El resultado ha sido la encargada de inaugurar la pasada edición del Festival Internacional de Cine de Róterdam , donde formó parte de la competición oficial.

Cineuropa: ¿Cuál fue la primera idea que te condujo a la novela gráfica que luego has adaptado al cine?
Guido van Driel: La primera idea o escena que tuve fue la de este hombre al que disparan en los aseos del Amsterdam Arena. Es un criminal y tiene una experiencia cercana a la muerte, en la que abandona su cuerpo y flota sobre la muchedumbre reunida para el evento White Sensation [una fiesta donde todo los asistentes bailan vestidos de blanco]. Entonces me encargaron hacer una novela gráfica sobre la ciudad de Dokkum [situada en la provincia de Frisia]. Era libre de hacer lo que quisiese, así que decidí hacer una historia contemporánea ambientada parcialmente en Dokkum, aunque se trataba de conmemorar el asesinato de San Bonifacio en Dokkum, que sucedió exactamente 1250 años antes [de 2004, fecha de publicación de la obra].

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¿Cómo desarrollaste la historia?
En aquella época se hablaba mucho sobre las severas reformas del país en materia de inmigración y quería tratar también ese tema, así que al final hice una historia sobre un criminal de Ámsterdam cuya personalidad cambia radicalmente a raíz de una experiencia cercana a la muerte y va a Dokkum en busca de su asesino y otra historia sobre un refugiado africano que está tan traumatizado que no consigue hablar sobre su pasado y por tanto no logra que le den asilo político, porque no consigue explicarlo. La primera vez que fui a Dokken, lo primero que vi fue un edificio que albergaba refugiados, por lo que supe que esta historia que me había inventado podía suceder en la vida real.

¿Cómo fue el paso al cine?
Hice un documental en 2000. Simplemente compré una cámara y empecé a seguir a una persona que me había dicho: '¿Tienes una cámara? ¡Entonces deberías seguirme!' Era un hombre que estaba intentando reunir las tres religiones monoteístas a través de los derechos humanos. En ese momento parecía adecuado mirar a través de la cámara y ver cómo se desarrollaba esta historia.

¿Tu experiencia en el mundo de los cómics te ha ayudado en la realización de la película?
Mientras haces una novela gráfica ya estás pensando en cómo narrar la historia y donde poner “la cámara”. Tuve la suerte de trabajar con el director de fotografía Lennert Hillege, que ve las cosas incluso mejor que yo. Es fenomenal. Durante el rodaje, hablábamos de los encuadres en el desayuno y se le ocurrían unas ideas fantástica de última hora. Había hecho el storyboard de la película, ya que es ahí de dónde vengo, pero he aprendido que durante el rodaje tienes que estar abierto a los cambios, ya que el resultado nunca será como lo habías imaginado.

Ahora, ¿qué prefieres, la novela gráfica o la película?
Algunas escenas de la película están tomadas directamente del cómic, como la trucha con las semillas de granada. Otras cosas existen en la película pero no en la novela, pero hay dibujos de ésta de los que aún estoy muy orgulloso. Lo que me gusta de la película es que explica menos cosas que el cómic original. Cuando veo los diálogos, no hay casi nada. Da casi miedo pensar que he trabajado en el guión con Bas Blokker durante seis años y el resultado final se reduce a un par de páginas de diálogos. Cortamos muchos diálogos además durante el montaje. En realidad, prefiero que el espectador tenga que reflexionar por su cuenta.

¿Ha sido una ventaja que conocías el material tan bien? Gran parte de los directores debutantes no tienen esa ventaja...
Sí, por supuesto. No tuve que preocuparme sobre la historia o la estética, porque ya estaba muy claro, de manera que pude concentrarme en trabajar con los actores y otros aspectos donde tengo menos experiencia. Fue una gran ventaja.

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