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Paolo Virzì • Director

"Il capitale umano es una comedia humana sin moralina"

por 

- Charlamos con el director de la adaptación del thriller de Stephen Amidon que ha puesto en pie de guerra a los dirigentes de la Liga Norte de Italia

Paolo Virzì • Director

A los dirigentes de la Liga Norte (partido político italiano conservador, independentista y a menudo tachado de xenófobo) no ha gustado en absoluto el retrato que Paolo Virzì ha hecho del territorio lombardo de Brianza en Il capitale umano [+lee también:
tráiler
entrevista: Paolo Virzì
ficha de la película
]
, que llega a los cines italianos este 9 de enero. Esta adaptación del thriller homónimo del estadounidense Stephen Amidon ha llevado a la rica región de Lombardía la ambición, la fiebre de dinero fácil, la gélida especulación financiera y la degradación cultural derivada de estos años; no en vano, la historia está ambientada en 2010.

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"Lo sé, ¡hemos maltratado a la gente del norte!", bromea el director toscano en el encuentro que mantuvo con Cineuropa en Milán. Virzì precisa que los lugares en que ha rodado no representan más que un "símbolo de una imparable degradación y sumisión al dictamen del dinero".

Cineuropa: Sin embargo, en Como, una de las ciudades con el PIB más alto de Italia, se han sentido ofendidos.
Paolo Virzì
: Lo sé. Por eso expliqué lo del teatro Politeama abandonado y de cómo encarna el declive de la cultura; no obstante, trabajé en Como igual que podía haber trabajado en Connecticut: siendo fiel al tema del libro de Amidon. La clausura de un teatro es una de las señales más claras de depresión y amenaza en una nación. Yo nací en Livorno, una ciudad que estaba llena de fábricas y obreros que iban al cine. Ahora, todas las salas han cerrado.

¿Cómo les acogieron los ciudadanos durante el rodaje?
También filmamos en Varese, esa localidad rica y feroz en la que Piero Chiara ha ambientado tantos cuentos suyos: un centro que parece un pequeño salón rodeado de una degradación social típica de metrópolis. Las diferencias sociales son fuertes y se notan. Nuestra presencia no era muy del agrado de los lugareños; algunos nos insultaban desde los coches, pero esta acogida me parecía bien porque habría de reflejarse en la película. Era justo lo que buscábamos. Estas señoras con abrigos de pieles nos miraban con el grado de repugnancia adecuado: ¡era un casting natural! Un cineasta no busca lugares amenos; yo busco problemas y desastres bien reales.

La opción de la rica provincia del norte para la ambientación parecía obligada...
Pensé casi automáticamente en Lombardía; no concebía una atmósfera distinta. Allí me siento disperso y me interesaba usar ese sentirse desplazado para la atmósfera, como si fuera un perfecto extranjero. Buscaba “otro lugar”, quería usar de forma apologética este universo provincial rico, con su malestar profundo y secreto, que se abre de par en par en el tercer capítulo del film. Este rastro de alarma me parecía un ingrediente de la película. Alguno se sintió ofendido pero yo no soy más que un cineasta que aprovechó una emoción para hacer cine negro.

Ese negro que permanece en el trasfondo...
Sí, con esta tendencia oscura que aparece en las relaciones humanas. Todos los personajes son monstruos e ignoran que lo son. La cinta cuenta muchas cosas de la Italia actual, sin intención de moralina. Es una comedia humana.

Lo que queda al final de la película son los destinos de tres jóvenes, su incierto futuro. 
Los tres jóvenes protagonistas de esta película, aparentemente sin un futuro autónomo, carecen de la posibilidad de imaginar su propia vida más allá de lo que sea la realización de lo que imaginaron sus padres. Solo pagan las elecciones de estos. El final del film es abierto pero confieso que hemos rodado varios, todos muy distintos entre sí. En una de las versiones del montaje, se relata el epílogo de cada personaje. Por ejemplo, Dino Ossola (interpretado por Fabrizio Bentivoglio), abre un bar con póker en vídeo en Lugano; la joven Serena (Matilde Gioli) quiere ser neuropsiquiatra; Massimiliano (Guglielmo Pinelli), después de intentar, sin éxito, entrar en la universidad de Columbia, accede a una escuela de arte dramático de Nueva York para terminar de actor de ficción televisiva. A posteriori, retiramos estas conclusiones, pero no nos importaría rodar una continuación; al menos, eso es lo que cautiva a mis productores.

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(Traducción del italiano)

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