email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

Cristóbal Arteaga • Director

“Tributariamente, España es un escándalo”

por 

- El cineasta chileno afincado en Galicia presenta en la sección Géneros mutantes del Festival de Gijón su hasta ahora inédita ópera prima, Faro sin isla

Cristóbal Arteaga  • Director

Géneros mutantes es una de las secciones más alternativas de esta edición del Festival Internacional de Cine de Gijón: a ella pertenece Faro sin isla [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Cristóbal Arteaga
ficha de la película
]
, primer largometraje de Cristóbal Arteaga, de 35 años, quien además estos días ejerce de jurado de la Sección Oficial del certamen asturiano. Su segundo film, El triste olor de la carne [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, ya había sido seleccionado por los festivales de Sevilla, Karlovy Vary y la Viennale.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)
Hot docs EFP inside

Cineuropa: ¿Qué hace un chileno como usted en un sitio como éste?
Cristóbal Arteaga:
Vine a España hace 12 años, como director creativo de una agencia publicitaria. Regresé a mi país y empecé a quemarme por lo poco escrupuloso que se estaba volviendo todo. Mientras, estudiaba cine y escribía guiones. Me di cuenta de que le dedicaba un 10% de mi vida a lo que me gustaba, y el resto a algo que detestaba. Al cumplir 30 años me planteé qué quería hacer: si seguir ganando dinero... o jugármela. Así que en 2010 volví a España a estudiar dirección: conocí a gente que formaría el equipo y con el productor catalán Pere Crusafón armamos Faro sin isla.

Resulta curioso que su segundo film, El triste olor de la carne, se haya visto antes que el primero...
Al ser independiente, sin un productor que marcara los tiempos, Faro sin isla se dilató... En los proyectos así hay que canalizar muy rápido la energía inicial o, por el contrario, se difumina. Nos pusimos a montar y apareció la inseguridad. Entonces decidimos que tomara el tiempo necesario: lo importante era que se cumplieran procesos. Ahí tomé la decisión de ser el productor ejecutivo de mis proyectos: así controlo los tiempos. Por eso El triste olor..., con un guión que escribí muy rápido, lo rodamos en dos días y la movimos enseguida.

¿Es esta forma de producción, en cooperativa y sin logotipos en los títulos de crédito, la manera más libre de rodar?
No hay dinero para hacer cine y para postular a una subvención del ICAA te exigen tener dos años de antigüedad como productora y a una persona contratada, aunque no haya trabajo: tributariamente, España es un escándalo. En cooperativa, cada uno tiene un porcentaje de la película, dependiendo de cuántas horas trabajó. Lo que entre de dinero, se reparte.

¿Qué vida le espera a Faro sin isla tras presentarse aquí en Gijón?
Este film es una incertidumbre: no sé cómo catalogarlo. Alguien decía que la primera película es la que contiene más ideas. Haberla presentado aquí va a facilitar poder moverla. El mundo de los festivales es poco predecible: no existe un criterio que uno controle para saber que una película vaya a ser seleccionada. Y los premios son necesarios, porque impulsan un film, sobre todo ahora. Por eso es una responsabilidad gigante ser jurado en Gijón.

¿Esta labor le enseña o abre la mente como cineasta?
Mucho. Porque te obliga a un nivel de atención mayor, a comparar elementos y analizar, tratar de ser riguroso, valorar y encontrar algo rescatable o un descubrimiento: eso mola mucho.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Lee también

Privacy Policy