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Frédéric Dubreuil • Productor

La paradoja Netflix

por 

- Frédéric Dubreuil, director general de Envie de Tempête Productions, habla sobre la adquisición de Viaje a Groenlandia por Netflix

Frédéric Dubreuil  • Productor

El año pasado, Netflix sorprendió a todos al adquirir en Cannes tres largometrajes de jóvenes cineastas franceses independientes. Entre ellos se encontraba Viaje a Groenlandia [+lee también:
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entrevista: Frédéric Dubreuil
ficha de la película
]
de Sébastien Betbeder. Tras su estreno en salas francesas el 30 de noviembre de la mano de UFO Distribution y su distribución mundial en Netflix el 29 de enero, excepto Francia, el productor de la cinta, Frédéric Dubreuil (Envie de Tempête Productions) comenta cuál ha sido su experiencia con la plataforma estadounidense.

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Cineuropa: ¿Cómo se realizó exactamente la compra de la película por Netflix en Cannes? ¿Tuviste dudas?
Frédéric Dubreuil:
Todo pasó por las manos del vendedor de la película, Sébastien Chesneau (Cercamon). Cuando nos llegó la propuesta nos hicimos muchas preguntas puramente pragmáticas en relación con la cronología de los medios franceses que debíamos respetar, porque Ciné+ había preadquirido la película. Antes de nada tuvimos que explicarle a Netflix todo esto, y las primeras negociaciones fueron un poco en esa línea. Finalmente, negociamos la difusión en Netflix tres meses después del estreno en cines franceses para que no hubiera confusión y que las personas no pensaran que la película estaría disponible en cualquier sitio de cualquier modo, y también para no asustar a los comerciantes. Todo se realizó en buena armonía para que Ciné+ realizara la explotación como se había previsto.

Después, más allá de las cifras y de los contratos, esta nueva situación nos haría que nos llovieran las críticas, pero mi reacción fue rápidamente la de decirme a mí mismo que para películas de una talla de producción como la nuestra, que finalmente no tienen muchas oportunidades de comercialización, darla a conocer al extranjero o en Francia, con acceso a un público de más de 90 millones de abonados en todo el mundo, un acceso que el sistema francés no nos habría concedido, podría ser una buena idea, bastante moderna. Nos pareció muy emocionante y la decisión parecía bastante clara.

En términos económicos, aunque sin entrar en los detalles de las cláusulas de confidencialidad, ¿era una oferta atractiva?
Sí, pero el dinero no fue mi primer impulso. Es cierto que merece la pena, pero si me remito a nuestra película anterior 2 otoños, 3 inviernos [+lee también:
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, que vendimos en 13 territorios extranjeros, nos fue bastante bien. Para mí, el desafío era otro, más bien los términos de imagen de la película y su capacidad de comercialización. Digo esto porque mi experiencia previa fue justamente el estreno de 2 otoños, 3 inviernos en Estados Unidos, y me di cuenta de que el espacio era sin embargo minúsculo: tres cines en Nueva York, después algunas universidades y más tarde, rápidamente en vídeo bajo demanda. Lo que parecía un territorio tan grande no fue la panacea para una pequeña película como la nuestra.

Lo que me resulta paradójico es defender un sistema francés tal y como está estructurado y dirigido por el CNC y al mismo tiempo constatar que los pequeños productores y los pequeños títulos no tienen demasiado espacio. Cuando estrenamos en el cine nos conformamos con unas 50 copias, mientras que las grandes producciones alcanzan las 600. En términos matemáticos, más allá de la calidad de las películas y de los gustos del público, nos encontramos en una casilla insignificante, condenados a subsistir desde un principio, aunque estoy firmemente convencido de que nuestras obras tienen la gran calidad de las películas de autor populares. Lo que también es paradójico es que haya sido Netflix, que de algún modo es el colmo del capitalismo por su funcionamiento y política, quien nos ha permitido conseguir un verdadero espacio de exposición. Sin embargo, en un momento dado, se trata de una cuestión de supervivencia para crear una película y presentarla ante el público.

¿Qué hay de la exposición de la película en Netflix y de la ausencia total de datos sobre el número de veces que se visiona?
Es un poco raro. Solo sabemos cómo se está acogiendo la película a través de la información de IMDb o a través de los tweets que nos llegan a diario desde Japón, Corea, Estados Unidos, Italia… Es cierto que nos gustaría saber más, pero conocemos las reglas del juego desde un primer momento. No obstante, desde Netflix nos han contado por encima que están muy contentos con los comentarios sobre la película de los que ellos llaman clientes. Este tipo de comercialización puede ser frustrante porque es un poco abstracta.

¿Crees que este tipo de adquisición de películas independientes por las plataformas se convertirá en un patrón?
Todavía es muy pronto para saberlo. Lo único que puedo decir es que ha sido muy beneficioso para esta película porque se trata de algo contemporáneo, fresco, que se corresponde con la imagen de marca de la película. Es una obra un tanto particular, rodada en el último pueblo de cazadores de oso de Groenlandia, un largometraje asociado asimismo a un proyecto transmedia. Respecto a si se convertirá en un patrón, creo que depende de lo que pase en los próximos años con Canal+: si se orientan hacia la maquinaria pesada siguiendo la dirección del mercado, necesitaremos encontrar los medio de existir si queremos continuar haciendo nuestras películas. No tengo nada en absoluto a favor en contra de Netflix, solo pienso que si nos permite hacer nuestro trabajo…

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(Traducción del francés)

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