09/11/2017 - Después del éxito de su documental Plot for Peace, se estrena mundialmente en el Festival de Sevilla el nuevo trabajo de Carlos Agulló: Los demás días

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entrevista: Carlos Agulló
ficha de la película], film que muestra el trabajo de una unidad de cuidados paliativos madrileña, ha tenido su estreno mundial, fuera de concurso, en el 14º Festival de Cine Europeo. Charlamos con su director, Carlos Agulló, cineasta curtido en el montaje y el cortometraje que estrenó en varios países su anterior largo documental, Plot for Peace, producido en Sudáfrica.

Cineuropa: MOD Producciones ha apoyado Los demás días. ¿Cómo ha surgido esta colaboración?
Carlos Agulló: Fue una especie de lotería: me llamó Fernando Bovaira para contratarme para que explorara temas, de cara a rodar un documental. Habíamos trabajado juntos antes: yo como montador en varias de sus películas. A él le gusto mucho Plot for Peace y les propuse asuntos en la línea de lo que pensaba que ellos querían. Cuando se cayó uno ya acordado, le hablé de los cuidados paliativos, que yo conocía por experiencia familiar, y le gustó mucho: así surgió Los demás días.

¿Ha sido más cómodo rodar este documental, en España, que el anterior?
Sí, mucho mejor con éste: en aquél había un presupuesto diez veces superior, pero fue más complicado, con idas y venidas y discusiones varias. En este caso el productor me ha dejado hacer y me he sentido con una libertad absoluta. Y he tenido mucho apoyo y asesoramiento, sobre todo en montaje: han sido dos años de gran implicación emocional, donde yo escribía, dirigía y montaba, con 160 horas de material filmado. Su ayuda fue constructiva para el montaje definitivo.

¿Cómo se fue construyendo el guion de Los demás días?
Yo no pensaba hacerlo tan coral, sino con un solo paciente, pero finalmente han entrado ocho. Hubo seis meses de investigación previa, charlando con psicólogos, sacerdotes y médicos especialistas en cuidados paliativos, pero tuve claro que no quería incluir en el film entrevistas con ellos. 

¿Cómo animarías al público para que viera tu película?
Les diría que la muerte es triste y dura, pero no hablar de ello es terrorífico: es vivir en la esclavitud del miedo. Hablar de ello te hace tomar conciencia de tu vida y tomar decisiones, y no vivir como una ameba, flotando en la dirección de la marea, sino bajarte del barco y tomar decisiones.

¿Hay entonces un antes y un después del rodaje de Los demás días para Carlos Agulló?
Sí, me ha cambiado en la manera de entender la muerte, que es lo mismo que la manera de entender la vida. Nos pasamos la vida pensando en el futuro y en los proyectos, en lo que vendrá, mientras que la plenitud está en cada día que vivimos, ahora mismo, no esperando cosas. Me ha cambiado el estar presente en el ahora y mi visión de la vejez: la sociedad se empeña en meternos en la cabeza que hay que ser joven y sano para ser cool y que las canas, las arrugas o la cojera no molan. Pero a mí mismo me gustan más mis manos ahora, con lo que han vivido durante mis 43 años, que cuando tenía 16. Ser viejo supone haber vivido cosas importantes que te hacen saber de la vida: mi abuela no sabe usar las apps, pero me puede aconsejar de muchos asuntos. No veo la vejez como un horror: me apetece vivir todas las fases de mi futuro. Y si muero mañana, no pasa nada, porque he sido muy libre en mi vida.