email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

Alan Gilsenan • Director

“La historia detrás de la película nos descubre el concepto de justicia restaurativa”

por 

- Hablamos con Alan Gilsenan sobre su último trabajo, The Meeting, una película de ficción basada en la vida real de una joven irlandesa que se encuentra con su agresor

Alan Gilsenan  • Director

El aclamado director irlandés de cine y teatro, Alan Gilsenan, habló con nosotros sobre su última película, The Meeting [+lee también:
tráiler
entrevista: Alan Gilsenan
ficha de la película
]
, que fue presentada en el Audi Dublin International Film Festival. El largometraje de Gilsenan, producido por Tomás Hardiman, trata temas controvertidos y provocadores.

Cineuropa: ¿Podrías resumir el argumento de The Meeting?
Alan Gilsenan: The Meeting se basa en la historia real de una mujer irlandesa que fue agredida sexualmente en un suburbio de Dublín y que se encuentra con su agresor después de que éste haya cumplido condena en prisión. Tras casi una década de estrés, depresión y malestar, la mujer sintió que sólo encontraría la paz si se enfrentaba a su “monstruo” y lo conocía en persona.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)
Hot docs EFP inside

¿Cómo surgió la idea? ¿Por qué decidiste tratar un tema tan delicado como una agresión sexual?
La idea surgió de varias conversaciones que tuve con el productor, Tomás Hardiman, mientras trabajábamos en una película anterior sobre el psiquiatra radical Ivor Browne. Esas conversaciones se convirtieron en debates sobre el perdón y la justicia restaurativa. En esa época escuché la sorprendente historia del encuentro y, rápidamente, decidí hacer una película pequeña y radical basada en lo que ocurrió durante esa reunión breve pero intensa.

¿The Meeting abre nuevas perspectivas sobre estos temas o sensibiliza a la opinión pública de alguna manera?
Debo reconocer que yo siempre retrocedo ante la idea de una película sobre un suceso (aunque lo que dices suele ser cierto). Los “sucesos” parecen ocultar la naturaleza inherente de la historia; pueden reducir la complejidad, la ambigüedad y el misterio de la experiencia humana. Para mí, los “sucesos” pertenecen al periodismo, no al cine. Pero creo que la historia detrás de la película nos descubre el concepto de justicia restaurativa, una perspectiva fresca sobre la justicia y, en particular, sobre el delito sexual que se ha convertido en un tema divisorio e intratable en la sociedad actual.  

¿Cuánto tiempo estuviste trabajando en The Meeting? ¿Qué dificultades creativas encontraste en el proceso?
Como he dicho antes, todo fue muy rápido. Estuvo bien, fue un proyecto inusual porque el proceso de creación de una película puede tardar años. Hicimos la película muy rápido y, aunque fue difícil y tratamos un tema delicado, también podemos decir que fue una película fácil de hacer en otros aspectos. Principalmente, porque la protagonista (la mujer en cuya historia se basa la película) estaba comprometida y centrada en compartir su experiencia. Es una mujer extraordinaria: serena, decidida y, sobre todo, generosa de espíritu.  

¿Podrías hablarnos de tu equipo técnico? ¿Cómo te ayudaron a hacer realidad este proyecto?
Es un cliché que los directores digan que el cine es un arte colaborativo, pero es cierto. Yo tuve la suerte de trabajar con un gran amigo y colaborador mío, el editor cinematográfico Emer Reynolds. Emer, que recientemente ha cosechado un gran éxito como director en The Farthest, aportó rigor y detalle a una edición muy demandante. Nuestro director de fotografía, Colm Hogan, y todo su equipo hicieron un trabajo fantástico. Se trataba de un proyecto intenso e íntimo, por lo que pensé que era importante rodearse de un equipo de personas que pensaran igual y que se implicasen en una operación tan delicada. En algunos momentos, parecía el montaje de una obra de teatro. La música fue compuesta por una banda maravillosa llamada Cloud Castle Lake. Aportaron una dimensión diferente a la producción. Y, por supuesto, el productor, Tomás Hardiman, supervisó todo el proceso con dedicación e integridad.  

Tu película parece difuminar las fronteras entre documental y ficción, ya que la protagonista, Ailbhe Griffith, se retrata a sí misma y evoca su propio drama. ¿Por qué tomaste esa decisión?
Siempre he tenido claro que la película era un drama y no un documental, aunque estuviese basada en hechos reales. Sabía que era arriesgado darle el papel principal a Ailbhe y me opuse durante un tiempo. Pero, de alguna manera, parecía que era la única persona que podía interpretar el papel de manera convincente. Probablemente esto no sea del todo cierto, pero creo que ella añade una dimensión compleja y poderosa a la película.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del inglés por Carolina Benítez)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Lee también

Privacy Policy