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CANNES 2023 Competición

Ramata-Toulaye Sy • Directora de Banel & Adama

"Todo debía seguir el recorrido emocional de Banel"

por 

- CANNES 2023: La joven cineasta habla sobre sus intenciones tras su primer largometraje, rodado en Senegal e invitado directamente en la competición oficial del festival

Ramata-Toulaye Sy  • Directora de Banel & Adama

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, el primer largometraje de la directora franco-senegalesa Ramata-Toulaye Sy, ha sido invitado directamente a la competición oficial del 76.º Festival de Cannes. La cineasta demuestra un innegable poder atmosférico que se esconde bajo la superficie simbólica de una historia centrada en lo esencial.

Cineuropa: ¿Por qué escogiste África para rodar tu ópera prima y por qué optaste por el cuento, la poesía y el realismo mágico a la hora de narrar esta historia?
Ramata-Toulaye Sy: Escogí África porque quería cambiar de registro. Escribí este guion en mi último año en La Fémis. Durante mis tres primeros años, había escrito guiones ambientados en Francia, en los suburbios parisinos, pero realmente sentí la llamada de África para volver a conectar con mis orígenes. Mis padres son de Senegal y yo solía ir de vacaciones allí cuando era más joven. En cuanto al estilo de la película, me apasiona la literatura, sobre todo los cuentos, el realismo mágico, Toni Morrison, Cien años de soledad, Faulkner y las tragedias. Por eso decidí incluir estos tres géneros en la misma película, aunque fuera demasiado, intentando aportarles una cierta coherencia.

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Esta trágica historia de amor se titula Banel & Adama, no Adama y Banel.
Son Banel y Adama, pero a medida que avanza la película, es solo Banel, porque Adama desaparece. El objetivo inicial era escribir la mayor historia de amor africana, pero es cierto que lo que más me interesa es la historia de Banel, la historia de esta mujer, su lucha constante para existir en este mundo como mujer, como mujer negra, como africana.

Banel es un personaje bastante ambivalente. Por un lado, está su lucha contra las tradiciones, pero por otro percibimos cierta locura en ella.
Es una mujer que ya está emancipada al principio de la historia, solo quiere vivir su amor y su pasión a su manera. Por otra parte, quería abordar el tema de la locura en las mujeres a causa de la pasión del amor. Me encanta Medea, que mató a sus hijos por la traición de Jasón, me encantan Macbeth o Fedra, y esa pasión romántica que lleva a la locura, como en las películas El diario íntimo de Adela H. y Camille Claudel. Son mujeres hipercomplejas, hiperamantes, cuyas condiciones las llevan a la locura, por eso quise enfocar esta historia de esa manera.

La película está caracterizada por una gran intensidad, tanto en los rostros como en la atmósfera. ¿Por qué este enfoque tan radical?
Lo más importante era encontrar un hilo conductor para la dirección y la fotografía, y que en cada etapa, tanto el vestuario como el montaje y la música debían seguir el viaje emocional de Banel. Por ejemplo, el vestuario se va atenuando poco a poco. A medida que se seca el corazón de Banel por culpa de la situación y desaparece su amor por Adama, también se seca el mundo a su alrededor. Decidí tratarlo de una forma bastante metafórica. Al principio, ella está feliz, por lo que vemos planos “bonitos”, con mucha luz y colores pastel, pero a medida que pasa el tiempo todo se vuelve cada vez más blanco. Hay una decoloración, y sobre todo una desaturación, lo que suponía un gran reto, ya que no estamos acostumbrados a ver películas desaturadas. En general, cuando vemos imágenes desaturadas, significa que están mal rodadas. Sin embargo, era también una obligación, porque teníamos que encontrar la forma de abordar la sequía, aunque no la hubiera donde estábamos rodando. Cuanto más avanzamos, la imagen se vuelve más blanca, hasta que se hace brillante justo antes de volverse naranja para la tormenta final. Todo esto requirió mucho trabajo con los colores, en los filtros con el operador Amine Berrada y en la corrección de color. Lo mismo ocurrió con la música, del libanés Bachar Khalifé, y también con la mezcla, obra del inmenso Jean-Pierre Laforce: todo debía seguir el recorrido emocional de Banel. El sonido también tenía que desaparecer. En la primera parte, todo es felicidad, los pájaros cantan, se oyen los sonidos del pueblo, pero al final, no oímos nada, ya no hay animales, no escuchamos el agua ni los árboles. Teníamos que crear la muerte alrededor del pueblo y esto había que hacerlo a través del sonido.

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(Traducción del francés)

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