email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

Peter Sehr • Productor

En pleno corazón de la red europea

por 

Gran cita anual de profesionales del cine francés, los Encuentros Cinematográficos de Beaune organizados a finales de octubre por la ARP, sirvieron de ocasión a Cineuropa para hablar con el autor, director y productor alemán Peter Sehr (Partisan Film). Ganador del Leopardo de plata en el 2001 en Locarno con su cuarto largometraje Love the Hard Way, el cineasta también es una figura de referencia en el mundo cinematográfico alemán y francés, ya que ayuda a dirigir L’Atelier/Masterclass del teatro Ludwigsburg-Paris, un programa de formación de un año de futuros protectores y distribuidores de películas europeas.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

Cineuropa: ¿Cuál ha sido el progreso del Atelier/Masterclass en cinco años?
Peter Sehr: La mitad del curso se lleva a cabo en París en La fémis y en la Filmakademie de Stuttgart (Ludwigsburg), cuenta ahora con un tercio de estudiantes franceses, un tercio de alemanes, y el resto viene de otros seis países europeos. La mitad de nuestros estudiantes ya han tomado cursos de producción, los otros son juristas, economistas... Aquí cubrimos lo referente a la producción, la distribución e incluso la explotación, un tema muy poco mencionado en otras escuelas. En particular, analizamos los sistemas existentes en Francia y en Alemania, pero también en España y en Polonia. Geoffrey Gilmore, el director del Festival de Sundance, viene cada año para hablar sobre la producción independiente en los Estados Unidos. Al final del curso, cada estudiante produce en colaboración con Arte, la Filmakademie Baden-Württemberg y La fémis de cortometrajes de coproducción franco-alemana. La Masterclass se encuentra en estos momentos en su quinta promoción y una asociación de antiguos alumnos fue creada el año pasado y organiza tres encuentros por año (Cannes, Berlinale y los Reencuentros franco-alemanes). En torno al 50% de los diplomados han creado sociedades de producción con proyectos ya en marcha, otros trabajan en instituciones europeas o, por ejemplo, en Europa Cinemas. La vida en común durante un año teje unos vínculos que duran de por vida y que pueden influenciar el sector de distribución. También uno de nuestros antiguos estudiantes es distribuidor en Inglaterra para películas francesas y alemanas.

Usted también participa en la organización de citas anuales franco-alemanas.
Participé en su creación junto a Daniel Toscan de Plantier y Margaret Menegoz. Las dos primeras ediciones fueron en Francia, este año los encuentros serán en Colonia, y en el 2006, en Munich. Estos eventos juegan un papel muy importante en Europa, y Unifrance ha hecho lo mismo con Italia, y lo hará con España del 18 al 20 de enero del 2006 en París.

¿Qué potencial de concretización tienen estos encuentros entre profesionales los europeos?
Los sistemas franceses y alemán son aun bastante diferentes, esto no facilita las coproducciones. Los encuentros franco-alemanes permiten discutir las maneras de mejorar las coproducciones y los reglamentos. Por ejemplo, en Alemania, todo lo que es europeo es también alemán, así que un comediante inglés puede considerarse alemán, mientras que en Francia, siguiendo ese método de puntuación, hay que ser francés (risas). En Alemania, en lo que concierne a los idiomas, basta con una versión doblada al alemán para complacer, mientras que en Francia, el rodaje debe ser en francés. Esta es una de las razones por las cuales las coproducciones franco-alemanas son en su mayoría francesas. Pero yo soy optimista, ya que existen proposiciones para encontrar reglamentos más favorables.

¿Cómo mejorar la circulación de películas europeas no nacionales por Europa?
Antes que nada, hacen falta películas que funcionen, puesto que no bastan las estructuras por si solas. En Francia, a parte de Good Bye Lenin ! [+lee también:
tráiler
entrevista: Wolfgang Becker
ficha de la película
]
y La caida [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Bernd Eichinger
entrevista: Joachim Fest
entrevista: Oliver Hirschbiegel
ficha de la película
]
, los filmes alemanes no han funcionado bien y estas experiencias negativas a lo largo de los años hacen que los distribuidores no quieran acercarse a las películas alemanas. En un plano mundial, pienso que en Europa, actualmente existe una creatividad más homogénea, pero claro, hay más intercambios culturales que en los años 70. Hay interés por lo que sucede en otros países europeos, en el teatro, en la literatura y en el cine. Ahora, la tendencia llega de la réplica de cada país, lo que corresponde a comportamientos individuales que tienden a un encerramiento. En Europa, debemos de procurar contrarrestar esta tendencia. En materia de distribución, si MEDIA plus no reacciona, estoy seguro de que numerosas películas europeas no podrán verse jamás en otros países. La red Europa Cinemas juega igualmente un papel esencial. También gestiono un cine en Munich y para que el 25% de las películas europeas no programadas se proyecten, debo examinar cuidadosamente qué películas han funcionado y qué tal lo han hecho.
Sobre el volumen de coproducción, veo que los mini-tratados como el franco-alemán ayudan enormemente. Los alemanes quieren firmar uno con España, y Francia tendría proyectos en mente con Italia, España e Inglaterra. Un coproductor trata a una película como a un niño, incluso si es algo frágil, se ocupan de él lo mejor posible. Pero con los derechos de autor, si la obra no arranca, el interés se pierde enseguida. El carácter sicológico es totalmente diferente cuando hay un socio y también existe la posibilidad de acceder a todas las subvenciones del país coproductor. Para muchas películas, la cantidad utilizada por el mini-tratado franco-alemán (500 a 600.000 euros por cada uno de sus seis filmes seleccionados por año) representa un 20% del presupuesto y sin esta aportación, los proyectos no se realizarían. También se debe reflexionar cada 2 o 3 años sobre los resultados y hacer que evolucione si no es eficaz. Contrario a lo que a veces se pueda pensar, todas las iniciativas de colaboración trans-europea se reciben con los brazos abiertos. El mercado francés también necesita socios europeos.

¿Cómo podría el cine alemán recuperar el suelo perdido en su propio territorio?
En Alemania, hay una oscilación de entre el 8 y el 15% por parte del mercado para las películas nacionales, pero casi nunca rebasamos el 10%. La distribución queda casi toda en manos de los americanos. La prioridad es comenzar en las escuelas. Si los jóvenes no conocen la historia del cine de su propio país, no valdrán distinguir el cine europeo del cine de Hollywood. En Francia, en Bélgica, en Escandinavia, donde se enseña cine, las películas nacionales se aprecian más. Vale la pena dar más dinero para el guión o la producción, pero esto no es suficiente para cambiar las cosas. Hace falta investir en los jóvenes y contar con maestros que hayan estudiado cine. De este modo los futuros maestros serán verdaderos profesionales y no sólo cinéfilos. Tomará tiempo, al menos 15 años, pero hay que comenzar ya.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy