07/02/2006

Kathrin Resetarits, antes que nada realizadora, se ha destacado, últimamente, como actriz. En ella, las dos cosas no son inconciliables, ya que se apasiona por la creación cinematográfica bajo todos sus ángulos. Kathrin, cigarrillo en mano sobre su foto oficial para las Shooting Stars, es entera y auténtica. A lado de sus filmes (como el cortometraje premiado Ägypten o Strangers), obras semi-experimentales cuya profundidad viene de un muy buen dominio de la escritura, ella ha trabajado con Barbara Albert - Free Radicals (2003) y Fallen oder schweben (2006) - y se ha hecho remarcar en el papel de Martha, el personaje más marginal del filme Crash Test Dummies de Jörg Kalt.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

Cineuropa:¿ En tanto que realizadora, cuándo ha resentido el deseo de actuar?
Kathrin Resetarits: En efecto, es el deseo de actuar que siento en primer lugar. Siendo niña fue mi elección más evidente porque me encantaba inventar personajes - como mi padre Lukas, que hace one-man shows. A continuación, me dirigí hacia la escritura, guiada por mi admiración por algunos autores, en particular Cassavetes y Bresson. A pesar de que esta asociación pueda parecer rara, para mí esos dos realizadores han comprendido exactamente lo que quiere decir hacer un filme. Yo estudié en la Academia de cine de Viena para convertirme en realizadora y comencé a hacer películas. Fue más tarde que algunos colegas y amigos me pidieron si quería actuar para ellos. Así, ahora tengo dos profesiones.

¿Cómo esos dos aspectos de su carrera se completan - a menos que se contradigan?
Realmente, al principio, las dos cosas parecían poco compatibles, después comenzaron a completarse. En tanto que realizadora, ahora comprendo mejor que tipo de dificultades pueden encontrar los actores - como concentrarse en un plató ruidoso, rodeados de técnicos - e inversamente. Extrañamente, mis preferencias varían según la función que ocupo. Cuando actuó, me gusta que la cámara se desplace mucho, mientras que como realizadora apasionada de imágenes y planos, prefiero que la cámara esté fija.
Cuando actuó, me abstengo de cortocircuitar el trabajo del realizador, a menos que él o ella no me pida mi opinión. Sin embargo, Jörg Kalt, por ejemplo, me ha dejado muy libre. Barbara y él son también mis amigos y asociados artísticos; discutimos mucho.

Sus películas, así como aquellas en las cuales actúa, son claramente existenciales y a menudo tienen un aire de docuficción. ¿Es una nueva tendencia del cine austríaco?
Sin duda. Austria es un pequeño país que no tiene verdadero interés en producir filmes gran público s - no tendría de todas formas los medios. Es más interesante para nosotros destacarnos, evitar los lugares comunes e inventar nuevas maneras de hacer cine. Así, nuestros filmes se inspiran menos de nuestra experiencia de la gran pantalla que de hechos brutos. Tratamos de considerar nuestras vidas bajo un ángulo no cinematográfico y contar historias que se inspiran de experiencias personales.

¿Qué tipo de papel le interesaría en el futuro?
¡Me queda todo por hacer! Y será difícil decidirme, pero conozco mis cualidades y sé que lo que puedo hacer o no, lo que me permite en general decidir poco a poco y a medida que los proyectos se presentan. Muy seguido adhiero a un proyecto en cual puedo trabajar con personas que me inspiran confianza. Por ejemplo, cuando Jörg Kalt me pidió ser uno de sus "crash test dummies", acepté porque mi papel me gustó. Contrariamente a los personajes muy "normales" que interpreto para Barbara, Martha es rara, no es linda ni sociable sino más bien marginal, lo que me ha permitido expresar un sentimiento que todos tenemos un poco en el fondo de nosotros mismos.

¿Cuáles son sus proyectos para el 2006
Estoy montando Ich bin ich, un ensayo sobre la identidad bajo la forma de un docuficción para el cual ya he filmado dos pares de jóvenes mellizos. Preparo también el nuevo espectáculo de mi padre. Los dos estarán listos en marzo. Esperaré sin duda el verano para escribir un nuevo guión.