23/01/2008 - Entrevistamos al director inglés Martin McDonagh, que presenta su película Escondidos en Brujas, protagonizada por Colin Farrell

En el 2001, el periódico The Guardian lo definió "el dramaturgo británico más prometedor de las últimas décadas". Siete años después, el londinense Martin McDonagh cuenta ya con un Oscar (al mejor cortometraje por Six Shooter) y ha sido el encargado de inaugurar el Festival de Cine de Sundance con su primer largometraje, In Bruges [+lee también:
tráiler
ficha de la película]. Viendo la espectacularidad de la cinta, es notable la influencia del corrosivo humor irlandés así como la pasión por las situaciones extremas de Quentin Tarantino y John Woo, pero sus personajes están llenos de matices.

El argumento de la película, que fue rodada en la ciudad belga de Brujas con el apoyo del City Film local, narra la historia de dos asesinos a sueldo que se ven obligados a esconderse después de un error. Colin Farrell y Brendan Gleeson interpretan a Ken y Ray, una extraña pareja de sicarios, uno anciano y sabio, el otro más joven e impulsivo. Ralph Fiennes es el feroz e implacable jefe, decidido a castigar a Ray, para el cual pasar dos semanas en la aburrida Bélgica es como ya estar un poco muertos.

In Bruges, producida por Blueprint Pictures, Film 4 y Scion Film junto con la americana Focus Features, se ha vendido muy bien en Europa, mientras que en EE.UU. ha sido presentada el 8 de febrero en Sundance. El éxito de la cinta coincide con el anuncio del UK Film Council sobre el cine inglés en el 2007. A pesar de los buenos resultados en taquilla, la inversión y la producción de películas británicas disminuyeron. La tendencia negativa sería una consecuencia de la huelga de guionistas en los EE.UU. y la pérdida de poder del dólar.

Cineuropa: Háblanos sobre la producción de In Bruges.
Martin McDonagh: La película, rodada hace cuatro años, fue apoyada por la productora inglesa Graham Broadbent y en el European Film atrajo la atención de los americanos incluso antes de la confirmación de la participación de Colin Farrell. El rodaje en sí duró siete semanas. La película, realizada con un presupuesto de 16 millones de dólares, ha sido vendida prácticamente en todo el mundo.

¿Por qué elegiste Brujas?
Hace cuatro años visité Brujas y mis sentimientos fueron contradictorios. Es un lugar con una arquitectura y una historia maravillosas, no podía creer que nadie lo hubiera elegido para rodar una película antes, pero al mismo tiempo puede ser muy aburrida. Comencé a imaginar a dos personajes obligados a pasar un período juntos y que reaccionan a la ciudad de manera opuesta. Ken está cautivado por la cultura, Ray se aburre y prefiere pasar el tiempo en los bares.

¿Que influencia ha tenido tu experiencia en el teatro a la hora de escribir el guión?
Mis espectáculos teatrales tienen una fuerte dimensión cinematográfica pero de ninguna manera quería adaptar una obra teatral al cine. Mi idea era realizar una película pequeña, concentrada en el lado humano de los personajes. La escritura fue la parte más difícil pero el estilo visual y la utilización de la cámara requirió un esfuerzo enorme.

¿Cómo fue el trabajo con los actores
Realizamos pruebas durante tres semanas antes de comenzar el rodaje. Mientras escribía el guión no pensaba en ningún actor en particular. Al principio, los tres gángsters eran de Londres. Luego, cuando Brendan se unió al proyecto, me hizo notar las similitudes entre el acento irlandés y el de la clase trabajadora londinense. Él y Colin (ambos de Dublín, ndr) no tuvieron que corregir su acento, una barrera menos entre ellos y los personajes.