16/04/2008 - Desde Massive Attack, INXS, New Order y Oasis hasta esta cinta que nos lleva a los 70, un director que se presenta fresco y experto al mismo tiempo

El director y guionista Walsh se hizo un nombre en los años 90 por sus vídeos musicales para grupos como Massive Attack, Boy George o INXS. Uno de ellos, el premiado World, de New Order, y algunos anuncios para Levi's terminaron de consolidar su nombre. En 1996 dirigió su primer documental, Mirror, Mirror, sobre una prostituta travesti enferma de Sida llamada Consuella, seguido de Lord, Don’t Slow Me Down, sobre la banda de pop inglesa Oasis, que recibió muy buenas críticas. Ahora le llega el turno a los largometrajes de ficción, donde Walsh debuta con Flashbacks of a Fool [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Baillie Walsh
entrevista: Damon Bryant
ficha de la película].

Cineuropa: ¿Por qué trataste este tema?
Baillie Walsh: Mi intención era hablar de cosas que conociese. Era la mejor manera, algo sobre lo que estuviera muy interesado. Y conozco a esta gente, me eran muy cercanos. Adoro estos personajes, ésa es la razón.

Háblanos sobre la participación de Daniel Craig.
Daniel es amigo mío. Siempre me ha gustado su modo de trabajar y quería que colaborase conmigo. Sabía que la mejor manera de hacerlo era creando un personaje a su medida. Entonces se convirtió en James Bond y gracias a ello pude hacer realidad mi película.

¿Qué retos te encontraste al realizar la película?
Hacer una película está lleno de retos. Pero son retos maravillosos. La realización de una película es en sí un enorme reto, pero era algo fantástico. Tuve mucha suerte con el reparto, un grupo de actores magnífico, por lo que nunca tuve que preocuparme en ese sentido. Aprendí mucho de ellos al mismo tiempo que me lo pasaba bien. Hubo una serie de retos, pero nada que pudiera asustarme.

¿Cuál fue para ti el momento de mayor felicidad al dirigir esta película?
Posiblemente diría el primer día de rodaje, cuando me di cuenta de que efectivamente iba a hacerse. Era como un tren saliendo de una estación, ya no había marcha atrás. Fue un momento maravilloso. La verdad es que el año pasado fue el mejor año de mi vida. Fue de verdad como una explosión de adrenalina que no cesaba.

La banda sonora es muy buena, muy años setenta.
Esos discos formaban parte de mi vida cuando estaba creciendo, de algún modo me dieron forma. Del mismo modo que quería hablar sobre cosas que conociese y me interesasen, quería que la música que me había acompañado durante mi adolescencia formase parte de la historia. Sobre todo la canción de Roxy Music, cuyas letras me tocan de modo personal y tuvo su influencia sobre el guión mientras lo estaba escribiendo. Bryan Ferry, David Bowie, Scott Walker, son las canciones claves.

Desde los vídeos musicales hasta largometrajes de ficción pasando por documentales, ¿esta transición ha sido suave o difícil?
Como cineasta no ha sido nada difícil. Siempre había querido hacer un largometraje de ficción. Pecando de inmodestia, nunca pensé que no estuviese preparado. Ha sido mi experiencia de veinte años como director de vídeos musicales, anuncios y documentales lo que me ha permitido realizarlo. Otro aspecto esencial ha sido rodearme de gente muy válida. Es un proceso basado en la colaboración, por lo que, si logras rodearte de gente buena, ganarás en seguridad. Es muy distinto contar una historia en 30 segundos o en una hora y media. En una película, tienes mucho tiempo y por tanto puedes caer en la autocomplacencia. Creo que he conseguido narrar esta historia de un modo razonablemente bueno. Me he divertido muchísimo a lo largo de todos estos cambios.