07/11/2008 - Costas Zapas ha sido reconocido internacionalmente gracias a Uncut Family (2004) y The Last Porn Movie (2006). Minor Freedoms completa su trilogía sobre la familia

Costas Zapas, uno de los mejores directores de cine de autor, ha sido reconocido internacionalmente gracias a Uncut Family (2004) y The Last Porn Movie (2006). Minor Freedoms [+lee también:
crítica
entrevista: Costas Zapas
entrevista: Gregory Athanasiou
ficha de la película] completa su trilogía sobre la familia.

Cineuropa: Minor Freedoms es el título de tu último trabajo. Sin embargo, hay poca libertad en la película. Los personajes no parecen tener muchas opciones.
Costas Zapas: Éste es un gran tema político, porque en realidad sólo nos quedan “libertades menores”. No sé si esto afecta sólo a mis personajes o a todos los ciudadanos del mundo, porque como pueblos hemos decidido convertirnos en una masa en lugar que en ciudadanos. Una masa tiene obligaciones pero no derechos. Por contra, los ciudadanos tienen obligaciones pero también derechos que reclamar. A veces los personajes tienen características particulares, pero si los comparamos con nuestros vecinos o nosotros mismos, nos damos cuenta de que nuestras libertades son menores en este nuevo status quo globalizado.

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Tus personajes podrían encontrarse en cualquier lugar del mundo globalizado. Son gente común de una determinada extracción social o política que se enfrentan a sus propios límites.
El cine de autor tiene que producir algo que vaya más allá de lo establecido. Para que esto ocurra, el cineasta tiene que observar la realidad cotidiana pero además tiene que transformar esta cotidianidad en algo épico. Debería utilizar símbolos que puedan ser reconocidos universalmente. Lo que le ocurre a Fanny, la protagonista, es lo que pasó a Ifigenia en la tragedia griega y sigue pasando hoy día. Somos conscientes del tráfico de seres humanos y del sufrimiento que acarrea. Somos conscientes de que el incesto existe en las zonas rurales y urbanas del mundo.

El incesto es un tabú en las sociedades de estructura familiar y especialmente en Grecia. Ya has presentado otras formas de disfunciones familiares en tus anteriores trabajos. ¿Qué conexión existe entre ellos?
Como cineasta, siempre me ha interesado el estado, que se compone de nación, religión y familia, que son además las piedras angulares de las sociedades modernas. He empezado con la tercera, la familia, porque ésta es la primera etapa social en que nos formamos y desarrollamos nuestras opiniones políticas y religiosas. Esta película completa mi trilogía sobre la familia, compuesta por Uncut Family, the Last Porn Movie y Minor Freedoms. Un espectador experto podrá observar huellas de psicoanálisis en mis películas. La familia tiene un papel muy significativo en el desarrollo de la personalidad del individuo y, consiguientemente, de toda la sociedad, ya que aún somos mamíferos que vivimos en hordas.

La figura paternal de tu película es muy dominante y asemeja un torturador. Sus hijos padecen su personalidad. Sin embargo, todos son víctimas y torturadores al mismo tiempo.
Me gustaría ampliar esto un poco diciendo que nadie es señalado como una víctima o un torturador en nuestra sociedad globalizada. Esto es algo desviado porque erosiona su estructura. Va contra cualquier tipo de ley, ya sea de tipo moral o convencional. Pero hay que recordar que las tragedias griegas comenzaban con la transgresión de las leyes morales. Efectivamente mis personajes no son ni victimas ni torturadores. Creo sinceramente que todo el mundo puede ser bueno y malo al mismo tiempo. Sólo nos rodea un tipo de energía. A través de nosotros, esta energía se expresa en un modo correcto o equivocado. Citando a Prometeo: “Todo ha sido ya decidido. Nadie es libre”. En mi opinión, el núcleo de la autoridad nunca ha cambiado. Lo único que cambia es nuestra vida diaria. Mejora o empeora en función de varias circunstancias, pero el poder como autoridad permanece inalterable.

¿Qué valores propones en contraposición a esta autoridad en descomposición?
Vivo por dos cosas: el amor y el arte. El amor no sólo existe sino que además no es un poder invisible. Es algo que existe realmente. También vivo por el arte. Como el mundo entero está corrompido hasta el punto de corromper la ley, creo que el arte es la única cosa en este mundo que puede alzarse por encima de la ley sin que ésta pueda hacerle nada. He estudiado detenidamente mi recorrido como cineasta. Creo que el primer nacimiento de cada persona es falso. El nacimiento real sucede cuando se decide que es así. Cuando deciden su familia, su identidad, las elecciones que harán, cómo será su vida. Cuando decidí que viviría por el amor y por el arte, ése fue mi nacimiento real. Es lo que en psicoanálisis se llama “otro”, como lo definió Jacques Lacan. Significa que sigo un recorrido en la vida y en el arte de modo consciente.