03/09/2009

El famoso director de cine dramático Claude Miller ha presentado en Venecia su ópera prima, que ha codirigido junto a su hijo Nathan I'm Glad That My Mother is Alive [+lee también:
tráiler
ficha de la película]. La película abrió la sexta edición de las Jornadas de los Autores con una sentida ovación.

Esta historia basada en hechos reales gira en torno a Thomas, un chaval que no solo tiene sino que también causa muchos problemas. Thomas, al que su madre abandonó cuando él tenía cuatro años y su hermano dos, ha crecido junto a sus padres adoptivos y, por más estabilidad que estos le hayan ofrecido, no ha hecho sino volverse cada vez más violento tanto en el colegio como en casa hasta acabar en un internado. A los veintipocos aun vive en casa, pero está completamente distanciado de su familia. Es entonces cuando conoce a su madre biológica y empieza a pasar más y más tiempo con ella y con su hijo Frederic, de siete años, mostrándose cada vez más enfadado con ella y más protector con el pequeño, situación que se mantiene hasta alcanzar el trágico clímax de la película.

Nathan ha trabajado para su padre desde hace más de diez años, aunque casi siempre como cámara. No obstante, ambos han afirmado que la transición hacia la codirección ha sido estimulante y no ha presentado ningún problema. "Crecí en los platós y sé que el cine no es el mundo real, sé que el cine es un trabajo; soy capaz de diferenciar perfectamente al Claude Miller padre del Claude Miller director." dijo Nathan en el debate que tuvo lugar tras la proyección del filme.

Claude, por su parte, contó que al principio empezaron a escribir el guión juntos, "pero parecía que estaba trabajando con un director, no con otro guionista y fue así como me vino a la mente '¿Por qué no dirigirla juntos?' Sin embargo, antes de empezar a rodar tomamos una decisión clara: Nathan sería el único que trataría con actores y equipo y yo vigilaría 'desde arriba' sin perderme ni un segundo de lo que estaba pasando, compartiendo mis puntos de vista solo con Nathan."

El papel de Thomas lo interpretan tres actores diferentes y todos ellos muestran tal talento y tal asombroso parecido que hacen que la forma de contar la historia a través del flashbacks funcione a la perfección. Tanto los dos directores como el público colman en alabanzas a Vincent Rottiers, el actor que ha interpretado al Thomas adulto; incluso su cara es la de un niño perdido en el cuerpo de un joven, una persona siempre preparada para explotar pero siempre también anhelando cariño. Rottiers fue elegido entre otros cuatro candidatos. "No tuvimos que pedirle nada para conseguir esa mirada; estaba ahí desde la primera toma. Creo que Rottiers es un genio pero que no es consciente de ello." Ha afirmado Nathan.

No obstante, quizá la interpretación más desgarradora es la de Gabin Leferbvre, que interpreta al Thomas de cuatro años. Al mostrar esa incapacidad para entender qué es lo que le va a pasar y ese profundo amor por su madre (Sophie Cattani), una mujer de unos veintitantos que no es ni siquiera capaz de cuidarse a sí misma, mucho menos de cuidar a sus hijos, consigue que el público desarrolle un sentimiento de compasión hacia su personaje desde el comienzo; así, a Thomas nunca se le ve como a una figura patológica sino más bien como a una víctima de las trágicas circunstancias de su vida.

La película ha necesitado tan solo un presupuesto inferior a los 4 millones de euros y, por el momento, Orly Films ha conseguido ya venderla en Quebec, Bélgica y Suiza. Próximamente, el filme viajará también al Festival de Cine de Montreal.

(Traducción del inglés)