26/02/2010

La ultima película de Catherine Corsini, Partir [+lee también:
tráiler
ficha de la película] , hace pensar a muchas otras. A Madame Bovary, por la pasión vivida hasta las últimas consecuencias. A Lady Chatterley, porque los protagonistas de tal pasión son una burguesa y un proletario. A La mujer de al lado, de Truffaut, por la estructura narrativa que revela ya desde la primera escena el trágico final. Y hace pensar también al feminismo, por la determinación desesperada con que la protagonista pretende emanciparse de la opresión de su familia y la sociedad. Con la ilusión, a 50 años, de poder reinventar la segunda mitad de su propia vida.

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Partir , que será distribuida en Italia a partir del 5 de marzo por Teodora con unas 30 copias, es una historia de amor y muerte, un drama que habla de cárceles doradas, deseos irracionales y venganzas despiadadas, y que cuenta con un buen trío de actores: la inglesa Kristin Scott Thomas (la mujer), frágil y apasionada; el francés Yvan Attal (el marido), inspirado en el Primer ministro francés Fillon y en un cierto materialismo; y el español Sergi López (el amante) dulce y desencantado. Scott Thomas y López van demasiado bien juntos, y sin embargo son verosímiles: “Kristin y yo somos dos extraterrestres que vienen de dos planetas diferentes”, bromea el actor catalán. “Teníamos un punto de vista diverso sobre el trabajo y tuvimos que encontrar un universo común, sensual. Fue fácil, porque ella es muy apasionada. A veces la sentía temblar mientras actuaba, y esto es muy estimulante”.

Con la fotografía de Agnès Godard (ya colaboradora de Corsini en La Nouvelle Eve y La Répétition) en una cálida luz de verano, y con una música que recuerda a Truffaut (Delerue y Duhamel de Vivamente el domingo , La mujer de al lado y La sirena del Mississippi), la película sugiere que, también con el amante, la vida de la protagonista continuaría siendo una prisión: “Creo mucho en el determinismo, la vida de la gente está marcada por lo que hacen y de dónde vienen” ha declarado Corsini. Y sobre la inevitable afinidad con Truffaut, la cineasta, actualmente ocupada en un nuevo proyecto sobre tema del sentimiento de culpabilidad, admitió: “Pensé mucho en él, es uno de mis realizadores preferidos. Pero Truffaut es mucho más literario que yo, tiene diálogos excepcionales que yo no tengo".

(Traducción del italiano)