15/04/2010

El cineasta grancanario Mateo Gil, uno de los más fieles colaboradores de Alejandro Amenábar, ha comenzado el pasado 5 de marzo a rodar el que será su segundo largometraje, Blackthorn, once años después de su ópera prima, Nadie conoce a nadie (1999). Este western (un género "profundamente moral", según el mismo director) gira en torno a la relación de rivalidad y camaradería entre un maduro Butch Cassidy y un joven buscavidas.

El rodaje, que se está realizando en Alta Definición en lengua inglesa con algunas partes en español, tendrá lugar de modo íntegro en Bolivia (el mismo país donde hace poco terminó el rodaje de la nueva película de Icíar Bollaín, También la lluvia [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Icíar Bollaín
ficha de la película]) y se prolongará durante nueve semanas.

El reparto estará liderado por el estadounidense Sam Shepard, el español Eduardo Noriega, el norirlandés Stephen Rea y la peruana Magaly Solier, que, gracias al Oso de Oro y la candidatura al Oscar de La teta asustada [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película], está camino de convertirse en una cara conocida del cine español, a lo cual contribuirá sin duda el próximo estreno de Amador, el esperado nuevo trabajo de Fernando León.

A pesar de que Gil ha alcanzado una gran fama como co-guionista de todas las películas de Amenábar, desde Tesis (1996) hasta Agora [+lee también:
tráiler
ficha de la película] (2009), con la única excepción de Los otros (2001), en el caso de Blackthorn está trabajando sobre un guión firmado por Miguel Barros. La historia de la cinta narra el encuentro entre el forajido Butch Cassidy, que vive medio retirado criando caballos en Bolivia, con el español Eduardo Apocada durante el viaje del primero de vuelta a su país, Estados Unidos.

Blackthorn, cuyo presupuesto es de 4,8 millones de euros, será producida por Arcadia Motion Pictures y Aiete Ariane Films con la producción ejecutiva de Ibon Cormenzana.