12/05/2010

Kristin Scott Thomas, maestra de ceremonias de la 63ª edición del Festival de Cannes, conducirá un evento tan atrayente como enigmático. A pesar del tumultuoso proceso de selección (leer más aquí y aquí), complicado por los efectos de la crisis económica sobre la producción cinematográfica mundial, el delegado general Thierry Frémaux ha preparado un programa de muy alto nivel, .

Limitada a 19 títulos, la competición, que mezcla de manera interesante estilos, generaciones, continentes y celebridades, verá enfrentarse a grandes figuras de las últimas décadas (Leigh, Kiarostami, Loach, Kitano, Tavernier, Mikhalkov), valores firmemente establecidos (Inárritu, Bouchareb, Lee Chang-dong, Luchetti), esperanzas ya confirmadas (Weerasethakul, Beauvois, Wang Xiaoshuai, Mundruczo) y una importante proporción de cineastas candidatos por primera vez (Mahamat-Saleh Haroun, Matthieu Amalric, Im Sang-soo, Doug Liman, y Sergei Loznitsa). Todo parece posible para el palmarés del 23 de mayo, con la pintoresca personalidad del presidente del jurado Tim Burton (leer más) reforzando el misterio.

El más prestigioso de los certámenes internacionales propone también un programa muy rico fuera de competición con películas firmadas por Ridley Scott (en apertura), Woody Allen, Stephen Frears, Olivier Assayas y Oliver Stone, además de una sección Una Cierta Mirada (leer más) muy diversificada. Y como siempre las sorpresas componen el menú de la Quincena de los Realizadores (leer más) y la Semana Internacional de la Critica (leer (más), sin olvidar los eventos como la Lección de Cine de Marco Bellocchio (leer más y también el Atelier de la Cinéfondation (leer más.

Pero la fuerza de Cannes proviene también de su Mercado de Cine, el primero del mundo, plataforma obligada de la circulación de las obras y cita de todos los profesionales del planeta. Un mercado cuyas tendencias se observarán a la lupa después del relance constatado en Berlín y al término de dos años económicamente complicadospara los profesionales del sector, un clima que no deja de tener consecuencias sobre la audacia y la ambición de las obras que el Festival de Cannes proyectará durante los años futuros.

(Traducción del francés)