14/02/2003

De acuerdo con la enmienda a la propuesta de ley de Comunicaciones presentada por dos laboristas independientes, Parmjit Dahnda y John Robertson, la nueva Oficina de Comunicaciones podría tener la capacidad de retirar las licencias a los operadores terrestres si éstos no emiten un mayor número de películas británicas en las cadenas del Reino Unido.
“La industria cinematográfica es un recurso cultural y económico muy importante”, declaró ayer Dahnda, que puede contar con el apoyo de ministro de Cultura, Kim Howells, y también de sus rivales del partido conservador, como resultado del intenso cabildeo realizado por el Film Council.
El pasado noviembre, el presidente del Consejo, el director Alan Parker, se lamentó amargamente de la falta de ayuda por parte de las emisoras británicas a la industria del cine: “La BBC invierte menos del 1 por ciento de su presupuesto total en la producción de largometrajes –dijo-. Y menos aún ITV, Channel 5 y Sky, cuyas programaciones están infestadas de películas estadounidenses. Esta falta de compromiso por parte de las emisoras hacia la producción cinematográfica nacional contrasta negativamente con lo que sucede en el resto de Europa”.
Descrita como un plan para el futuro de los medios en el Reino Unido, la ley de Comunicaciones tendría que aprobarse en otoño de este año.

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(Traducción del inglés)