20/02/2003

Tras más de una año de trabajo, el Parlamento de la Comunidad Francesa de Bélgica ha votado el nuevo decreto sobre difusión en radio y televisión, presentado por el ministro de Audiovisuales, Richard Miller. El decreto, de gran actualidad, aborda los problemas de un mercado en plena expansión; después de la difusión del formato digital se prevé que en los próximos años nazcan cerca de 200 nuevos canales de televisión. Con 165 artículos, el decreto impone una sólida reglamentación y obliga a las televisiones a financiar el cine nacional.

El gobierno pide, además, que se fortalezcan las reglas comunitarias para evitar que algunas emisoras puedan impugnar la directiva europea TSF (Televisión sin fronteras), mucho menos restrictiva que el decreto belga.
Por otra parte, el decreto refuerza el poder del Consejo Superior del Audiovisual (CSA), encargado de vigilar el contenido de las transmisiones de radio y televisión para combatir la violencia gratuita y la publicidad masiva. El CSA decidirá también sobre los derechos de antena de las nuevas televisiones y vigilará que se cumplan las obligaciones impuestas por el decreto. También tendrá el derecho de controlar los contratos de gestión de RTBF y de imponer sanciones en casos de incumplimiento.