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CANNES 2011 SIC-Israel / Alemania

The Slut: ¿Dueña o esclava de la libertad sexual?

por 

Nada puede obstaculizar los impulsos, aunque estos siembren el caos y lleven el germen de la autodestrucción: tal podría ser la lección de The Slut [+lee también:
tráiler
ficha de la película
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, de la israelí Hagar Ben Asher. Este primer largometraje asombroso y muy bien dirigido, coproducido por Alemania, ha sido presentado hoy en competición en la Semana Internacional de la Crítica (SIC), que se celebra en el marco del 64° festival de Cannes.

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La película comienza con una escena dinámica de gran belleza (sobre la cual es preferible mantener la sorpresa) que antecede la presentación, a un ritmo más lento y a través de un flashback, la relación que nace en unos meses entre Tamar (Hagar Ben Asher ) y Shai (Ishai Golan). Tamar vive sola con sus dos hijos en una zona rural y relativamente deshabitada (exaltada por suntuosos planos fijos). Allí se encarga de vender los huevos de un gallinero; pero, sobre todo, lo que hace es satisfacer las necesidades sexuales de varios de sus vecinos. No es el dinero lo que motiva estos intercambios clandestinos que incluyen felaciones y masturbación. "¡No puedo remediarlo, me divierte!" Es el único comentario de Tamar sobre esta adicción en la difusa frontera que separa la ninfomanía y la esclavitud sexual voluntaria.

La llegada del veterinario Shai, de regreso a su pueblo natal para vaciar la casa de su madre fallecida, abrirá nuevos horizonte para Tamar. Shai se enamora de Tamar y le ofrece una ternura a la cual ella no está o no estaba acostumbrada (su pasado se mantiene en el misterio). Además, Shai se convierte en un padrastro dulce y afectuoso para las dos hijas de Tamar. Forman una familia "renovada"... pero los "clientes" de Tamar la acechan. En un primer momento ella los esquivará antes de ceder de nuevo a sus presiones psicológicas y a su propia dependencia sexual. Siguen una serie de heridas sucesivas que se pueden percibir como la sucesión de una fatalidad insuperable o como la rebelión del instinto animal que se niega a ser dominado. Cultivando una ambigüedad sutil sobre la noción de víctima y de libre albedrío, la película sugiere tanto la sofocación de una mujer por hombres que abusan de su soledad como la trampa de los deseos que se cierran sobre una persona incapaz de refrenar sus impulsos aun corriendo el riesgo de destruir su familia. ¿Quiénes son el gato y el ratón del juego? La directora, que también ha escrito el guión, se abstiene de dar una respuesta.

Hagar Ben Asher demuestra un notable sentido del encuadre, que concede gran profundidad de campo a los exteriores, y consigue hacer progresar su intriga haciendo un mínimo uso de los diálogos y explotando mucho (y muy bien) los intercambios de miradas (ávidas, pesadas, tristes, tiernas, inquietas, fugitivas…). Al captar con un realismo convincente el ritmo apacible del campo y su comitiva de animales y de humanos lacónicos, la directora, de 31 años de edad, consigue esbozar el retrato de una mujer compleja en un universo paradójico, tan cerrado como transparente, y tratar un sujeto potencialmente explosivo con una sencillez desarmante.

The Slut es una producción de Transfax junto con la alemana Rohfilm, subvencionada por el TorinoFilmLab, el World Cinema Fund y la Cinéfondation. Las ventas internacionales están en manos de la distribuidora francesa Films Distribution.

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(Traducción del francés)

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