18/04/2012 - El director francés ha inaugurado ayer la 13ª edición del festival de cine europeo de Lecce con Indignados, proyectada por primera vez en Italia en una jornada dedicada a la crisis del trabajo

Del movimiento internacional de los indignados a la controvertida situación de los trabajadores de Fiat, el festival de cine europeo de Lecce ha iniciado ayer su 13ª edición centrando su atención al tema de la dignidad laboral.

A la espera de encontrar un distribuidor italiano, Indignados [+lee también:
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ficha de la película], de Tony Gatlif, retrata la Europa que protesta contra la dictadura de la finanza y la precariedad, inspirada en el libro del diplomático francés Stéphane Hessel ¡Indignaos!. Presentada en la pasada edición de la Berlinale (leer más), ha sido proyectada por primera vez en Italia en Lecce, donde el autor ha desvelado algunos detalles de su realización: “Al principio, la televisión Arte me había pedido un trabajo sobre Hessel, así que pensé grabar imágenes de las protestas de la Puerta del Sol en Madrid. Sin embargo, allí me impactó la fuerza del movimiento y decidí hacer una película, con mi propio dinero. Era importante hacerla”.

Cuando Stéphane Hessel vio la película en Berlín, le pareció “una continuación perfecta del libro”, según afirmó Gatlif; “sobre todo le impresionó la poesía y la no violencia, su mensaje de paz”. Sobre la elección de la protagonista, una inmigrante ilegal de verdad, el director ha contado que la conoció en una cafetería parisina: “En 24 horas, la llevé conmigo a Grecia para el rodaje. He hecho como Pasolini, que utilizaba desconocidos en sus películas”. Sin alejarse del tema de los directores italianos, cuando le han preguntado quién representa según él la indignación en Italia, Gatlif ha respondido sin dudar: “Nanni Moretti. Por El caimán [+lee también:
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ficha de la película] y por sus películas anteriores”.

Ayer fue también la jornada dedicada a los trabajadores italianos y al polémico acuerdo sindical firmado con Fiat en enero de 2011, como resultado de un referéndum que en realidad ponía a los obreros entre la espada y la pared: conservar el trabajo con condiciones mucho peores o quedarse en paro. El tema lo trataron tres documentales: L'accordo, de Jacopo Chessa, recopilación de voces e ideas de trabajadores, sindicalistas, políticos y expertos sobre la situación de la fábrica turinesa; Privilegi operai, de Gianni Ubaldo Canale y Gianfranco Crua, sobre la vida de los trabajadores de la fatigosa y alienante cadena de montaje, y Sic Fiat Italia, de Daniele Segre, viaje por la historia del trabajo a través de secuencias de veinte años de cine dedicado al mundo obrero.

Entre las películas a concurso presentadas ayer ha destacado la croata Daddy, de Dalibor Matanić, que narra el encuentro entre dos hermanas y un padre que las había abandonado hace muchos años. Un oscuro drama familiar que se acerca al thriller en un espacio nevado y completamente aislado. En 2009, el director ganó el Olivo de oro en Lecce a la mejor película con Kino Lika [+lee también:
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ficha de la película].

(Traducción del italiano)