08/05/2012 - Tras su labor en La gran guerra, de Mario Monicelli, en 1959, el célebre director artístico trabajó con los mejores maestros del cine italiano e internacional

Anoche falleció víctima de una breve enfermedad Andrea Crisanti, presidente y docente desde hace muchos años del curso de guion de la escuela nacional de cine de Roma.

Crisanti se encargó del diseño de producción y de la dirección artística en varias obras de los mejores maestros del cine italiano. A principios de los años 50 dio el pistoletazo de salida a su aventura cinematográfica como segundo asistente de Mario Garbuglia en La gran guerra (1959), de Mario Monicelli. Poco después trabajó con Mario Chiari y Enzo Del Prato en varias producciones y coproducciones importantes como Gastone (1960), de Mario Bonnard; Cinco mujeres marcadas (1960), de Martin Ritt; Fantasmas en Roma (1961), de Antonio Pietrangeli, o La Biblia (1966), de John Huston.

En 1969 lo llama Francesco Rosi para colaborar en Hombres contra la guerra (1970). Esta película marca el principio de una fecunda asociación artística entre ambos que durará más de veinte años. A sus trabajos en los 70 con Rosi y Sergio Leone en ¡Agáchate, maldito! (1971) se suman en la década siguiente colaboraciones con otros grandes maestros, como Marco Bellocchio, en Salto al vacío (1980) y El diablo en el cuerpo (1986); Damiano Damiani, en L'avvertimento (1980); Michelangelo Antonioni, en Identificación de una mujer(1982); Andrei Tarkovski, en Nostalgia (1983), o Franco Zeffirelli, en El joven Toscanini (1988).

Su labor en el diseño de producción continúa en la década de los 90. Estos años trabaja, entre otros, para Giuseppe Tornatore en Cinema Paradiso (1988), quien requerirá nuevamente sus servicios para Están todos bien (1990) y Una pura formalidad (1994), con la que obtiene el premio David di Donatello. Posteriormente trabajará a las órdenes de Gianni Amelio en Niños robados (1992) y de Emidio Greco en Il consiglio d'Egitto (2002), trabajo por el que obtuvo el Nastro d'Argento.

En sus últimos años Crisanti colaboró con los directores: Ferzan Ozpetek, en La ventana de enfrente [+lee también:
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entrevista: Ferzan Ozpetek
ficha de la película] (2003), Corazón sagrado (2005) (otro David di Donatello a la mejor dirección artística) y Tengo algo que deciros [+lee también:
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ficha de la película] (2010); Michele Soavi, en Arrivederci amore, ciao! [+lee también:
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ficha de la película] (2005) y Il sangue dei vinti [+lee también:
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ficha de la película]; Paolo y Vittorio Taviani, en El destino de Nunik [+lee también:
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ficha de la película] (2006), y Theo Anghelopulos, en El polvo del tiempo [+lee también:
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ficha de la película] (2008).

(Traducción del italiano)