07/09/2012 - Basada en la novela homónima del actor, director y guionista Claudio Bigagli, Un giorno speciale (lit.: “Un día especial”), de Francesca Comencini, es la tercera película italiana presentada a concurso en el Festival de Venecia

Gina, de 19 años, tiene esta mañana una cita importante. Es una chica de un barrio trabajador en la periferia este de Roma. Querría ser actriz y tiene la ocasión de conocer un importante político que podría ayudarla a entrar en el mundo del espectáculo. No se hace ilusiones. Por experiencia sabe que, si eres guapa, siempre hay alguien que te pido algo a cambio de algo. Y eso algo siempre tiene que ver con el sexo.

Es su madre la que la empuja a vivir un sueño que ella no pudo. Para la ocasión le ha regalado unos zapatos dorados con un tacón de quince centímetros y un vestido de noche. “Eres guapa como una diosa”, le susurra.

Entonces llega el BMW oscuro enviado por el político para llevarla. El chófer es de su edad y, como ella, procede de un barrio popular. Es su primer día de trabajo. Es simpático, un poco ingenuo. Durante el trayecto, recibe una llamada de la secretaria que le dice que la cita tendrá un gran retraso a causa de los compromisos del político. Así, los dos emprenden un viaje hacia el centro de la ciudad, donde se acercarán y se confiarán deseos y amarguras.

Basada en la novela homónima del actor, director y guionista Claudio Bigagli, Un giorno speciale [+lee también:
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ficha de la película] (lit.: “Un día especial”), de Francesca Comencini, es la tercera película italiana presentada a concurso en el Festival de Venecia. Producida con un bajísimo presupuesto por la compañía Palomar, de Carlo degli Esposti, cuenta con la excepcional fotografía de Luca Bigazzi, al igual que L'intervallo, de Leonardo Di Costanzo, presentado en la sección Orizzonti. Y, con las debidas diferencias, tiene el mismo objetivo que esta película: narrar la historia, emblemática de nuestros tiempos, de dos jóvenes que sueñan con un futuro mejor per tienen que vérselas con el mundo de los adultos, con su realidad perversa, sus encantos peligrosos, su seducción, indiferencia y cinismo.

Una historia pequeña con una relación muy estrecha con la realidad que vemos cada día y que quizás estamos eliminando, según la intención del productor Degli Esposti, que ha hablado de “nube radioactiva que todavía flota sobre nuestras cabezas”, en alusión a la era de Berlusconi. Una película sobre la belleza entendida como un valor de compraventa, subraya la directora, una de las promotoras del comité “Se non ora quando? (Si no ahora, ¿cuándo?)”, nacido hace un año para exigir dignidad y respeto hacia las mujeres y para protestar contra la representación de la mujer como mero objeto de intercambio sexual en periódicos, televisiones y publicidad. Sin embargo, en la película estos elementos aparecen como pequeños estereotipos que terminan por convertirla en banal y es precisamente en la escritura del guión donde se aprecia un conocimiento de las juventud de la periferia excesivamente superficial.

(Traducción del italiano)