email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

Una alianza de representantes de todos los horizontes del sector cultural es más necesaria que nunca

por 

- Con expertos de 40 países diferentes, el Foro de Aviñón confirma su estatus de lugar único de reflexión y diálogo sobre la cultura y su relación con la economía

Una alianza de representantes de todos los horizontes del sector cultural es más necesaria que nunca

El Big Data, la transformación digital, las políticas culturales y organizaciones de interés… Estos son algunos de los temas que se tratan el Foro de Aviñón 2013, estableciéndose una vez más como un lugar único de alta reflexión y diálogo sobre la cultura y su relación con la economía. 

En un momento de austeridad presupuestaria y recortes en el sector cultural dentro de todos los estados miembros de la Unión Europea, la 6ª edición del Foro decidió centrarse en el tema del poder de la cultura. Es paradójico que Europa no esté invirtiendo en su cultura, un sector que mantiene una alta tasa de crecimiento a pesar de la crisis económica, mientras que en otros lugares en el mundo (como Oriente Medio o China) se está incrementando la inversión. ¿Es esta la señal de un cambio de poder en la cultura, dirigiéndose hacia otras regiones geográficas del mundo?

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

La absoluta necesidad de volver a encontrar la cultura en el centro de la política ha sido tema de discusión desde el primer día durante el debate “No hay políticas sin cultura”. También se ha reflexionado sobre cual sería el mejor nivel (local, regional, nacional, supranacional) para apoyar la creatividad.

Durante el segundo día de debate, se intercambiaron experiencias que quisieron responder a la pregunta “¿Queremos una política cultural en Europa?”. Lourdes Fernández, líder de Alhóndiga Bilbao, y Oliver Py, director del Festival de Aviñón, consideraron el nivel local como el mejor, porque es donde uno puede prestar atención a quien hace los verdaderos cambios, a quien, si no, carecería de visibilidad política.

Desde la misma conferencia, el director franco-rumano Radu Mihaileanu parecía más preocupado por la lucha de la excepción cultural. “La cultura no es un bien material y por lo tanto, no puede estar sujeta a las reglas del mercado”, dijo, añadiendo que la excepción cultural es una herramienta para proteger todas las expresiones específicas de liberad intelectual del ser humano como parte de nuestra cultura universal. Para ganar esta batalla, se debe adoptar un frente común a nivel supranacional. “La calidad de la cultura europea reside en su diversidad”, afirma Paul Dujardin, director general del BOZAR de Bruselas. “Esto es por lo que iniciativas como Lux Prize del Parlamento Europeo son tan importantes: muestran a través del cine qué es la diversidad cultural por la que televisiones públicas y gobiernos siguen luchando”. 

Esta aparente paradoja cultural, única y universal, ha sido también discutida con el director chino Yonfan, el primer ministro de Quebec Bernard Landry y Lawrence Lessig, fundador de Creative Commons y profesor de derecho. El debate analizó la revolución consecuente de la conversión digital, un tema muy importante en el foro de este año.

El avance digital incrementó exponencialmente la audiencia potencial y bajó las barreras de distribución, suponiendo cambios mayores en las cadenas de valores culturales tal como mostró la encuesta realizada en 2013 por Kurt Salmon (se puede descargar aquí), pero también en las éticas de la nueva generación, según Paul Dujardin.

La ética fue de hecho otro tema de gran importancia en el foro, con dos de los cuatro estudios presentados que trataban el Big Data: los datos personales culturales son, probablemente, los datos más íntimos, por lo que no son considerados legalmente como datos confidenciales. 

Tienen un valor económico importante: un ⅓ de los beneficios de Netflix, por ejemplo, viene de las ventas, hechas posibles gracias a la gestión de datos personales sobre cultura. El problema es que esos campeones digitales, cuyo suceso se funda en la explotación del Big Data, no están sujetos a las regulaciones antimonopolio, subraya Matthieu Soulé del Atelier BNP, con un claro riesgo de monopolio de la información.

Por esto, el foro ha propuesto un manifiesto con algunos de los principios para una declaración universal de derechos en la era digital de usuarios de Internet y creadores, pidiendo un marco regulatorio para la explotación de estos datos. 

Al final, todos estuvieron de acuerdo en que para tener cierta visibilidad y un peso sólido en la toma de decisiones, se debería crear una alianza que atase actores de todos los niveles y dimensiones de la cultura para crear un plan cultural capaz de reafirmar el rol vital de la misma.

Aprovechándose de la red CATALYSE que une Aviñón con Bilbao y Essen, el Foro ha decidido dar un primer paso en esa dirección, organizando dos foros en el País Vasco y en el Ruhr durante el próximo año.

Si quieres saber más acerca de  6° Foro de Aviñón información adicional se puede encontrar aquí. Cineuropa ha hablado con participantes tales como el director francorumano Radu Mihaileanu (lea la entrevista aquí) o el teórico del cine Gilles Ciment (aquí).

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy