30/05/2014 - Uno de los proyectos más innovadores jamás realizados en España, El cosmonauta, revela las cifras de su compleja distribución, marcada por sus pequeñas victorias y grandes sinsabores

El mundo nunca es sencillo para los pioneros. El cine no es una excepción. Y si encima se intenta experimentar nuevas posibilidades en casi todos y cada uno de los aspectos de la concepción, producción y distribución de una película, las probabilidades de que algo se tuerza aumentan exponencialmente. Es lo que ha ocurrido con El cosmonauta, uno de los proyectos más innovadores jamás realizados en España, fruto de la pasión y la rebeldía (con una pizca de inconsciencia) inherente a la juventud de sus creadores.

Un año después de su estreno el pasado 15 de mayo de 2013 (aconsejamos leer lo que escribimos en su momento, porque desde luego no fue un estreno al uso), los creadores de la cinta, Carola Rodríguez, Bruno Teixidor y Nicolás Alcalá, han decidido poner todas las cartas sobre la mesa y revelar todas las cifras sobre su compleja distribución. Las buenas y las malas.

Según los datos de la productora, El cosmonauta ha sido vista por un total de 322.600 personas en todas sus ventanas de exhibición. De ellas, el cine no ha sido desde luego la más importante, con apenas 8.500 espectadores, lo cual era previsible ante la falta de una distribuidora. Mejor le fue en las distintas plataformas de VoD en la que ha sido distribuida (de Yomvi, Filmin y Filmotech a Amazon y iTunes), con 26.915 espectadores, si bien los ingresos se han situado por ahora en apenas 1.800 euros.

No eran las únicas plataformas online donde podía verse. En la web oficial de la película estaba en alta definición y de manera gratuita, con la esperanza de que el público pagase voluntariamente en agradecimiento. Pero no parece haber tenido un público muy agradecido ya que tan sólo el 2,5% de los 17.580 espectadores pasó por caja. Entre el resto de plataformas, el distribuidor p2p Frostclick ha contabilizado 47.000 descargas; en la televisión Canal + la han visto 4.000 personas, y se han vendido algo menos de 600 soportes físicos (libros con DVD y USB).

Es raro que un proyecto experimental muestre tal nivel de transparencia, quizás porque se presupone que lo novedoso es un valor en sí que no tiene que verse empañado por el fracaso posterior. Desde luego hay mucho que aprender de la experiencia de El cosmonauta, tanto en las cosas que funcionan como en las que aún no pueden cuajar.