02/12/2014 - Sophie Artus participa en la competición oficial del Festival Black Nights de Tallin con su primer largometraje

El amor, la violencia y la amistad son los principales temas que Sophie Artus aborda en su primer largometraje, Valley [+lee también:
tráiler
ficha de la película], premiado por partida doble en el Festival de cine de Haïfa y presente entre los 18 títulos seleccionados para la competición oficial del Festival Black Nights de Tallin, que concluyó el 30 de noviembre (leer noticia).

David se muda con su padre a otra ciudad donde tiene que volver a empezar en un nuevo instituto y con nuevos amigos. Es un chico tímido y callado que ha perdido a su madre y se refugia en la música y la literatura para aislarse del mundo. Pronto conoce a Josh, un matón prepotente que se mete con él al principio pero que en el fondo es buena persona. Josh descarga su ira en los demás porque a su vez es víctima de maltrato físico y psicológico por parte de su hermano mayor. Linoy, su compañera de clase y tercer componente del trío protagonista, se enamora de David provocando así tensiones entre los dos amigos, ambos enamorados de ella.

Las escenas de la película están ambientadas en el instituto, en casa y en el bosque. La música angustiante intensifica el clima de tensión de la película, resultado de una violencia que conducirá a un gesto desesperado. Se trata de un mundo en el que la adolescencia no existe, donde estás obligado a madurar de golpe y donde la única salida posible es el amor y la amistad. Las duras imágenes de violencia se alternan con momentos de amistad y de amor. Este equilibrio crea una experiencia profundamente conmovedora, una película cruda y sincera.

Valley, financiada con el apoyo del Israeli Film Fund. es una de las cinco producciones israelíes que compitieron en Tallin.

(Traducción del italiano)