05/02/2015 - La coproducción Nadie quiere la noche ocupa la proa de una representación nacional donde cabe desde el documental gastronómico a los films al margen de la industria

Juliette Binoche en Nadie quiere la noche (©Leandro Betancor)

Hasta que Isabel Coixet inaugure hoy jueves la Sección Oficial a competición del Festival de Berlín, ningún cineasta español hasta la fecha lo había hecho: Nadie quiere la noche [+lee también:
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entrevista: Isabel Coixet
ficha de la película], un viaje emocional en tierras heladas, es una coproducción entre Francia, Bulgaria y España, con casting multinacional, rodada en inglés y cuyas ventas mundiales corren a cargo de Elle Driver (leer más). Pero esta cinta no es la única que pondrá la impronta española en el certamen, pues en la sección Forum se podrá ver Sueñan los androides [+lee también:
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ficha de la película], la versión personal de Blade Runner que ha perpetrado el travieso Ion de Sosa, clara muestra del efervescente cine español surgido en tiempos de crisis económica, que no creativa. Asimismo, en Culinary Cinema se estrena mundialmente el documental Jerez & el misterio del Palo Cortado [+lee también:
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ficha de la película], firmado por José Luis López Linares y producido por Antonio Saura, un trabajo de reivindicación de un vino olvidado.

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También luchará por el Oso de Oro El botón de nácar [+lee también:
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ficha de la película], documental de Patricio Guzmán -con participación española (Mediapro), chilena y francesa- rodado en la Patagonia siguiendo la estela narrativa de la fascinante Nostalgia de la luz (2010). Otro documental, Cooking Up a Tribute [+lee también:
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ficha de la película], con los hermanos Roca, propietarios del célebre restaurante El Celler de Can Roca, y dirigido por Luis González y Andrea Gómez, homenajea, desde la sección Culinary Cinema, a las cocinas latinoamericanas.

Y en Forum también se presenta El complejo del dinero [+lee también:
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ficha de la película], de Juan Rodrigáñez, film basado en la novela homónima de 1916 escrita por Franziska von Reventlow, ambientado en Extremadura y rodado de forma absolutamente libertaria. Así, los dos polos del actual panorama cinematográfico español se codean en la Berlinale: de un título de más de seis millones de euros (Coixet), a películas autogestionadas y de bajo presupuesto (De Sosa y Rodrigáñez).