18/02/2015 - Entre la parodia y el homenaje al cine de acción de Hollywood juega esta comedia de acción húngara, presentada en el Festival Anima de Bruselas

En el film de animación Manieggs – Revenge of the Hard Egg [+lee también:
tráiler
ficha de la película], proyectado en el Festival Anima de Bruselas y ya presentado en Festival de Annecy el verano pasado, dos presos buscan venganza a su salida de la cárcel, donde han cumplido una condena de dos semanas por un crimen que no han cometido.

Apoyada sobre un ritmo trepidante, esta irreverente comedia nos introduce en un mundo en el que se mezclan policías corruptos, ineptas mafias asiáticas, estrambóticos personajes secundarios y asesinatos por doquier. Y donde, como su título indica, todos los personajes son huevos.

La película sitúa la historia en una indeterminada gran ciudad americana, donde nuestro personaje principal, Johnny Cupido, junto a su fiel amigo Harry, hará todo lo necesario para colmar sus ansias de venganza. A través de numerosos flashbacks, entramos progresivamente en el universo propuesto por el húngaro Zoltán Miklósy, donde, entre entradas triunfales en escena y una atención especial a la música, los distintos personajes que formarán parte de la particular odisea de Johnny Cupido van haciendo acto de presencia. El temible Clan de los Dragones chino, luchas en jaulas o el robo de un banco son algunos de los elementos a los que los dos protagonistas tendrán que enfrentarse. Al mismo tiempo, la película cuenta las tramas paralelas que se desarrollan en el grupo de violentos y a veces ineptos policías que van tras los pasos de los protagonistas.

A golpe de gags, el film transita por la fina línea entre la parodia y el homenaje. ¿Su objeto de admiración? Los films de acción à la Hollywood, a los que reverencia a través de una ácida ridiculización de sus lugares más comunes. A lo que se añade un sentido del humor que no deja, literalmente, títere (o huevo) con cabeza y un recurrente gusto por el asesinato arbitrario de personajes como inequívoco guiño al cine americano; de ahí su nada desdeñable body count. Con referencias culturales que van desde Rambo a Colombo pasando por Harry Potter, el film pronto logra la complicidad del espectador, al que no deja prácticamente descanso entre chistes del humor más escatológico.

Irreverente hasta el final, Manieggs, producida por la húngara Umatik Entertainment, destaca por su falta de concesiones al sentimentalismo y su constante crítica de los más extendidos clichés que pueblan tantas y tantas de las más famosas películas de acción, buenas y malas. Sin lugar para el happy ending, Manieggs completa sus 90 minutos de metraje con el mismo gamberrismo con el que la empezó. Entre medias, afortunadamente, provoca considerables risas.