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JIHLAVA 2015

Dead Slow Ahead: una experiencia de plasticidad multicapa en alta mar

por 

- El documental radicalmente atmosférico de Mauro Herce emplea luz y sonido para crear una obra de arte tan chocante como sutil

Dead Slow Ahead: una experiencia de plasticidad multicapa en alta mar

La ganadora de la sección "Opus Bonum" —en la que se proyectan cintas de todo el mundo— del 19º Festival Internacional de Documentales de Jihlava, ha sido Dead Slow Ahead [+lee también:
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, ópera prima del realizador, guionista y director de fotografía Mauro Herce. Nominalmente un documental, podría considarse, a efectos prácticos de visionado, una película de ciencia-ficción post-apocalíptica. En todo caso, la mejor manera de referirse a ella es como una "experiencia".

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Ambientada en un buque de mercancías (la película comienza con el subtítulo "Un viaje por mar rodado en el Fair Lady"), Dead Slow Ahead arranca con una escena casi teatral: un marinero examina cartas de navegación extendidas sobre una mesa, a la luz de un par de lámparas, ante una cortina negra. A esto sigue la imagen de una puerta con una ventana redonda en la cual se vislumbra el reflejo de dos hombres asiáticos que cantan en un karaoke bajo una luz parpadeante, pero todo lo que se oye es el sonido de la maquinaria del buque.

Entonces se ve el carguero dejando un puerto por la noche, y solo vemos las luces de la ciudad y las del buque en medio de la negrura; apenas se distingue forma alguna. El resto es un mar de tinieblas. Lo que sigue es una serie de planos del mar y el cielo a diferentes horas del día y en varios climas, retratando el poder de los elementos, antes de llegar a la primera frase, que se pronuncia cuando la película lleva ya 29 minutos: un marinero está en el puente de mando, y unas voces avisan por radio que ha entrado agua en el barco y que ha llegado al cargamento de trigo. 

En ese momento, la atmósfera cambia: de una especie de arrullamiento pasamos a un suspense casi aterrador que domina varias escenas en el interior del carguero, hasta llegar a la imagen más épica del mismo: en el enorme depósito, rodado a vista de pájaro, hay un hombre, en medio de billones de granos de trigo, que parece tan pequeño como un astronauta en un planeta desértico (¿ecos de Dune?), y un charco de agua detrás de él engullendo lentamente la preciada mercancía.

Aunque cada toma está impresionantemente encuadrada, rodada y fotografiada, Herce se sirve sobre todo del sonido para construir la atmósfera —y el film nunca se queda en silencio—. Aunque no hay música (ni siquiera en la escena del karaoke) y apenas hay diálogo, los crujidos de la estructura del barco, los chirridos de la maquinaria, el pitido del sónar y los sonidos del mar resultan en un conjunto chocante. En Dead Slow Ahead, el sonido es como otra capa visual extendida sobre la imagen, construida con cuidado y precisión para crear una poderosa experiencia de visionado. Actualmente, no hay nada como esta cinta en los cines; puede recordarnos al documental de pesca Leviathan [+lee también:
tráiler
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, pero sería una comparación injusta para ambas películas. Dead Slow Ahead es un film tan difícil de describir con palabras, que podríamos imaginar que su guión tiene tan solo tres páginas, con indicaciones tan escuetas como "luz verde" o "el pitido continúa". 

Dead Slow Ahead es una coproducción de las compañías españolas Nanouk Films y El Viaje Films, junto a la francesa Bocalupo Films

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(Traducción del inglés)

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