25/11/2015 - Rufus Norris adapta al cine el musical homónimo del National Theatre y presenta en el 33º Festival de Turín su personal y sorprendente híbrido basado en hechos reales

Anita Dobson en London Road

Comienza como un documental, con personas que se ponen delante de la cámara y hablan, pero la cosa se transforma pronto en un musical y asume tonos típicos del thriller y de cinta de investigación. Es un híbrido sorprendente London Road [+lee también:
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ficha de la película], lo nuevo del director británico Rufus Norris. El público del 33° Festival de Turín lo ha podido constatar en su presentación en la sección Festa Mobile. Adaptación del musical homónimo producido por el National Theatre (con las entradas agotadas durante dos temporadas), lo nuevo del autor de Broken [+lee también:
crítica
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ficha de la película] (mejor película en los premios del cine británico independiente de 2012) aborda unos hechos que en 2006 pusieron patas arriba una pequeña localidad del sureste de Inglaterra. Aunque normalmente no se prestaría a evoluciones hacia el canto, el tema aquí se presta a un interesante experimento cinematográfico: las frases empleadas en el film, incluidas las cantadas, son transcripciones fieles de las declaraciones ofrecidas por los ciudadanos afectados por aquellos hechos. 

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Estamos en el condado de Suffolk. La tranquila localidad de Ipswich sale en todos los telediarios por el asesinato de cinco prostitutas. Cuando la investigación de la policía se centra en London Road, los habitantes entran en pánico. Las sospechas y la desconfianza inundan los corazones de todos ellos: el vecino de casa podría ser un asesino en serie. Cortan y custodian la calle, los periodistas asaltan a los vecinos en los umbrales de sus casas, la vida de la comunidad da un vuelco. El film relata la manera coral en que tuvo lugar la psicosis colectiva en una atmósfera enfermiza. Olivia Colman, Paul Thornley, Anita Dobson, Howard Ward y Kate Fleetwood son sólo algunos de los miembros del nutrido reparto. También aparece Tom Hardy, que interpreta a un taxista que afirma ser un apasionado de los asesinos en serie tan pronto como asegura que “no he sido yo”. Toda vez que se descubra la identidad del asesino, los habitantes de London Road tratarán de volver a la normalidad y devolver la luz arrebatada a su calle.

Impacta que en una época en que no se duda a la hora de sacudir al monstruo en las portadas, no vemos nunca el rostro del asesino en serie y sabemos muy poco de él: “No me interesaba su historia”, ha explicado en Turín la guionista Alecky Blythe (fue ella justamente, con una grabadora, quien recogió las declaraciones de los habitantes de Ipswich que posteriormente sirvieron al guion); “me interesaba la manera en que la vida de esta comunidad se puso patas arriba al saber que vivían a pocos pasos de un asesino en serie. Steve Wright, el asesino, estaba ya cubierto por todos los medios de comunicación”. El trabajo con la música fue un trabajo inmenso: “Reprodujimos las declaraciones no sólo en su contenido sino también en el tono y en las dudas de los entrevistados”, ha relatado Adam Cork, autor de la banda sonora; “transformamos el ritmo de sus voces en melodía a través de un mecanismo de repetición que las asimila a una partitura musical”. Quizá resulta difícil de explicar una obra como London Road: ante todo, es una película que debe escucharse.

(Traducción del italiano)