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TURÍN 2015

Lo Scambio o sobre la negociación entre el estado italiano y la mafia

por 

- Salvo Cuccia regresa al cine con una muestra de cine negro que juega con la ambigüedad de un comisario de policía que indaga en el caso Di Matteo

Lo Scambio o sobre la negociación entre el estado italiano y la mafia
Filippo Luna y Paolo Briguglia en Lo scambio

Una de las sorpresas de la presente edición del Torino Film Festival es Lo Scambio [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
. La nueva cinta de Salvo Cuccia está ambientada en la Palermo de los años 90 e inspirada en hechos acontecidos realmente. Bajo la forma de un thriller psicológico, relata la vida cotidiana de un comisario de policía y de su mujer, hermana de un criminal arrepentido.

El director tiene la habilidad suficiente para superar la dicotomía entre el estado bueno y la mafia mala, implícita en casi toda narración sobre el crimen organizado en Italia, y ahonda en la intimidad de sus personajes mediante el uso frecuente de primeros planos, como indagando flemáticamente en sus papeles, que a veces llegan a confundirse, como si no hubiera diferencia entre unos y otros: el comisario comportándose como un capo, los policías interrogando a un sospechoso cuando ellos mismos son sicarios…

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Los continuos flashbacks, un montaje impecable y los fragmentos oníricos son elementos fundamentales para subrayar cómo las partes no se contraponen entre sí. A medida que la película avanza, deja de distinguirse claramente quién es quién. En efecto, los policías que someten a un duro interrogatorio a un sospechoso son los mismos que lanzan al ácido al hijo del arrepentido, todo ello en una atmósfera cargada, claustrofóbica, extremadamente confusa. Como explica el director en su nota: “Un confín que con el transcurrir de la narración se vuelve cada vez menos perceptible”. 

Las referencias al homicidio del pequeño Giuseppe di Matteo, hijo del arrepentido Santo, secuestrado durante dos años y posteriormente derretido en ácido, son evidentes, más, desde luego, que la razón por la que un simbólico vuelco en la historia acaba vertido en ácido a manos de los protagonistas. Salvo Cuccia no formula acusaciones explícitas; no servirían; y menos interesado aún está en la mera crónica de sucesos. Esto es cine y el cine debe contar también y sobre todo las historias complejas.

La espléndida banda sonora de Domenico Sciajino apuntala la tensión presente a lo largo del metraje, incluso cuando aparentemente no sucede nada y el sufrimiento permanece bajo la piel.

Lo scambio es un fresco de aquel periodo, cuando todo se mantenía en una dimensión privada, escondida: una visión que invita a no quedarse en la mera investigación del fenómeno, a no renunciar a entender cómo y por qué. Una película que huye de la versión oficiosa de tantas y tantas películas y miniseries que rellenan los palimpsestos de la televisión italiana, como Squadra Antimafia.

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(Traducción del italiano)

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