29/01/2016 - El director sueco de raíces sirio-turcas Mano Khalil compite por el premio de Soleura con su road movie sobre el terrible secreto de una familia

Tras recibir el prestigioso premio de Soleura en 2013 con su conmovedora obra The Beekeeper, Mano Khalil regresa a las Jornadas de Soleura con su última película, The Swallow [+lee también:
tráiler
ficha de la película], el completo retrato de una joven que se embarca en la búsqueda de sus raíces familiares; un viaje que resulta ser más peligroso e inquietante de lo previsto.

Como el propio Mano Khalil ha explicado, cuyos documentales le permitieron dar el salto a la fama, The Swallow surgió de su necesidad de trabajar de nuevo en equipo, de sentirse parte de una comunidad como no lo había hecho durante una larga temporada. No obstante, The Swallow no rehuye de los temas que nuestro director tanto aprecia, como la búsqueda de identidad, el encuentro-choque de culturas y, sobre todo, el destino de su Kurdistán nativo. Mira, la golondrina (die Schwalbe en alemán) de la película busca su nido, un hogar que solo ha visto en unas cuantas fotos que tiene de su padre, un padre al que tiene en un pedestal que resulta que está construido sobre unos inestables cimientos. Mira (interpretada por la excelente Manon Pfunder), está aburrida de su vida en Suiza y está decidida a encontrar al padre que siempre le negaron, por lo que viaja al Kurdistán iraquí. Lo que la espera allí es una realidad difícil de entender, en la que la violencia, el terrorismo y los ajustes de cuentas coexisten con una necesidad interminable de paz, un momento de calma y reflexión en el que pensar en el propio destino. Aunque por un lado espera ansiosamente que la verdad le permita avanzar, por otro lado, las sombras que acechan su camino con una insistencia progresiva y las morbosas reacciones que recibe de los otros cuando menciona a su padre pronostican cualquier cosa menos un final feliz. ¿Y si la heroica figura que ha construido en su cabeza es una sarta de mentiras? ¿Será capaz de aceptar la verdad, de integrar la tragedia a su historia familiar, a su identidad? Esas son las preguntas que The Swallow nos plantea.

A pesar de que la ingenuidad inicial de Mira y su aparente autoconfianza sean a veces irritantes, si lo piensas, son bastante realistas. Alejados de las zonas de conflicto, sentados cómodamente delante de la televisión, experimentamos el terror como si nos hubiesen anestesiado, como si la pantalla mediara constantemente entre nuestros sentimientos, como si fueran virtuales. Por el contrario, ¿qué significa experimentar la guerra sin ningún tipo de protección, expuestos y solos? Esto es exactamente lo que Mira vive, la portavoz de una historia que sin prisa pero sin pausa pasa de ser personal a universal. Los paisajes de Kurdistán que conforman el marco de esta extraña road movie son tan majestuosos que nos hacen sentirnos pequeños y demasiado expuestos. El horror que se esconde tras toda esa belleza de repente parece demasiado brutal para ser real. ¿Cómo será Mira capaz de asimilar todo esto en su rutina diaria, en su rutina en Suiza, que parece un mundo aparte? Una pregunta crucial de tantas historias personales que nos rodean a día de hoy en nuestras cosmopolitas ciudades europeas.

Una delicada aunque trágica obra que abre numerosas heridas en nombre de la necesidad de un debate.

(Traducción del italiano)