10/05/2016 - Con el fin de mostrar un punto de vista diferente del cine rumano, esta gran producción aborda los temas del amor perdido y las causas perdidas

En Bucharest Film Studios que, hasta hace poco se dedicaba a películas propagandísticas de la época comunista, una producción de 1,4 millones de euros se esfuerza por dar comienzo a nueva etapa del cine rumano: una etapa de esplendor que resalta un entorno cinematográfico extrovertido, que pretende fusionar historias bien acogidas por el público con una ovación internacional del cine de autor.

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ficha de la película], una de las películas con más presupuesto del país en los últimos años, es la historia de un hombre que regresa a un hogar hace ya tiempo perdido, un país que lucha por recuperar su rumbo, una nación que busca su lugar en el Este. Esta lucha se presenta a través del viaje del protagonista, en el que un anciano regresa a la residencia familiar, una casa tomada por la causa comunista y que ahora es reclamada por su legítimo dueño, ya que en ella hay recuerdos de un pasado lejano.

“Hablamos por primera vez [sobre este proyecto] hace tres años, y fue amor a primera vista”, recuerda el célebre actor Marcel Iures, protagonista en Octave. “Tenía el presentimiento de que, en algún momento, tendría que interpretar a este tipo de personaje biográfico, y es curioso que en los últimos 25 años nunca antes había leído nada parecido en el cine rumano. Es un reto interno; tuve que redescubrirme, en una forma, que era nueva para mí”.

El equipo incluye al aclamado director de fotografía italiano, Blasco Giurato (Cinema Paradiso), al debutante James Olivier y a Serge Ioan Celebidachi,  ambos con una experiencia de décadas en la co-escritura de guiones, este último también dirigió la película producida por Adela Vrinceanu.

“Para mí, es una historia sobre la vida, el nacimiento, la muerte y la nostalgia. Lo de Rumanía vino más tarde” contaba Celebbidachi, cuyo padre (el famoso director Sergiu Celebidachi) sirvió como inspiración para la película. “La escribimos en francés hace 30 años”, dijo, explicando que trasladar el drama de París a Bucarest y situando la historia en el contexto rumano” la hizo más interesante, ya que el protagonista no había regresado a su casa de la infancia en casi 50 años de comunismo, esto tiene tal impacto en él al regresar, que lo manda de inmediato de vuelta a su infancia”.

“Empezamos a escribir la película cuando teníamos 18 ó 19 años”, contaba el co-guionista Olivier. “Para mucha gente, es una etapa de transición entre la infancia y la madurez, y esos recuerdos tan buenos permanecen ahí, pero no se puede acceder a ellos tan fácilmente con el paso del tiempo”.

Con el cine rumano atado a ciertos prejuicios tanto en sus temas como en sus tramas, así como a su apariencia y sensaciones, es inevitable preguntarse cómo esto puede entorpecer las aspiraciones del cine local e internacional en la taquilla, así como en el festival. “Sólo estamos haciendo un película que ofrece la oportunidad de mostrar una Rumanía diferente; es una película que te ofrece volver a 1932 y ver la Rumanía adinerada, un país con un pasado maravilloso del que puede enorgullecerse”.

Producida por Vrinceanu para Oblique Media Film, con Grace Warrington como ayudante de producción para Celebfilms, y también con Astra Entertainment en los créditos de producción. Se espera el estreno de la película película en 2017.

(Traducción del inglés)