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CANNES 2016 Semana de la Crítica

Crudo: ¡menuda carnicería!

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- CANNES 2016: El primer largometraje de Julia Ducournau es una obra gore de lo más fresca, exaltante, lograda, impresionante y “mutante”

Crudo: ¡menuda carnicería!
Garance Marillier y Ella Rumpf en Crudo

¡Por películas así los festivales de cine existen! La cinta arranca con un shock total. Les advierto que es una experiencia impactante, justamente, la que ofrece al público esta exaltante coproducción franco-belga presentada en la Semana de la Crítica del festival de Cannes que lleva por título Crudo [+lee también:
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. En su primer largometraje, que ella misma califica como "mutante", la directora Julia Ducournau se reencuentra con el personaje (y la joven y delicada actriz Garance Marillier) de Justine, protagonista de su propio corto Junior (presentado en la misma sección hace cinco años y coronado con el Petit Rail d'Or), y con su universo predilecto, el de los años de la escuela, con los motivos que lo acompañan: el alboroto entre compañeros de clase, sin descanso pero coloreado por la honestidad y el descaro de la juventud actual (y la música azotadora que va con ellos, en especial ese tema de Orties, "Más putas que todas las putas", con el que Justine, con su mirada de niña totalmente poseída y los colmillos al sol, nos ofrece una escena de baile demente frente al espejo que vale su precio en cacahuetes), el desarrollo del cuerpo, los nuevos apetitos y, por qué no decirlo, la desconcertante voracidad.

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No nos atrevemos a decir más, puesto que el efecto sorpresa es clave para disfrutar de buena parte de esta película pegados a los asientos y cerrando los ojos de terror al tiempo que se impone su inopinada audacia. Lo que le espera a la joven tímida, nacida en el seno de una familia de veterinarios totalmente vegetariana, cuyos padres acercan a la misma escuela a la que fueron de pequeños, con su maleta rosa a la mano, es toda una metamorfosis que empieza con una mordedura similar a la de una serpiente y acaba llegando a las entrañas de Justine.

El lugar se presta a ello, con su monstruosidad cotidiana, que recuerda la que asociamos con los estudios de medicina pero que aquí se encuentra multiplicada por la animalidad que parece rezumar de todos los jóvenes veterinarios futuros a poco que empieza el periodo de las novatadas de mal gusto a cargo de los mayores, lo que provoca, además, un acercamiento físico que sexualiza cruelmente sus cuerpos sin pudor. Es verdad que la desnudez y los fluidos corporales de todo tipo no dan miedo a unos jóvenes que se preparan para disecar corderos y meter sus manos en vacas enormes. No es tiempo de ser un timorato, y si Alex (Ella Rumpf), la hermana mayor de Justine, se empapó de sangre de cerdo y masticó los órganos de los animales que le dieron cuando era una novata, su hermana menor no va a romper la tradición y negarse a esta divertida primera comunión con la carne cruda, de la que saldrá cambiada para siempre, como un perro que prueba por primera vez la sangre humana. 

La plenitud de la pequeña Justine después de descubrir la carne fresca nos ofrece una sucesión de escenas a cual más genial, amplificadas por la intensidad del vínculo que une a Justine y su hermana y ésta a su amigo gay Adrien (Rabah Naït Oufella, un habitual de Cannes desde que lo viéramos con la Palma de Oro y en la alfombra roja de los Oscar con La clase [+lee también:
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), con sus músculos bien redondos marcados por su piel lisa y a menudo desnuda. Sin embargo, en esta sucesión de momentos extraordinariamente fuertes hasta el último segundo de la película que podrían recordar el imaginario de El resplandor, la crueldad de El señor de las moscas, y a fortiori la copiosidad hermética de un Dario Argento con anfetaminas, la mención especial se la lleva probablemente la de la depilación. Lo que está claro es que esta genial película de Ducournau (que vende a escala internacional Wild Bunch) no deja en ningún caso su vena artística a la vez que pone de punta los pelos de un espectador que no se arrepentirá de la experiencia. Toda una revelación.

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(Traducción del francés)

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