03/06/2016 - El videoartista Omer Fast ha adaptado el thriller sobre realidades reconstruidas de Tom McCarthy. El resultado se ha proyectado en el marco de la competición oficial del festival de Transilvania

Para su debut tras la cámara en el cine de ficción, el videoartista israelí Omer Fast ha tomado la novela del artista y escritor británico Tom McCarthy titulada Remainder [+lee también:
tráiler
ficha de la película] y el resultado se proyecta a concurso en el festival internacional de cine de Transilvania. En un principio, la novela la publicó en una tirada de 750 ejemplares una editorial francesa bajo la forma de proyecto artístico pero, posteriormente, se difundió en mayor medida. El propio McCarthy describe la historia como la de “un protagonista que construye un plató aunque no hay película”, lo que da a entender que el material ya tenía de por sí una dimensión cinematográfica importante. A lo largo de su trayectoria, Fast ha abordado recurrentemente temas psicológicos como el trauma, la relación entre la memoria y la reconstrucción y el vínculo entre la realidad y su ausencia: temas que entroncan con los motivos de la novela.

El director abre el telón con un accidente dramático, extravagante, a lo Donnie Darko, por el que ofrecen a su víctima, Tom (Tom Sturridge), 8,5 millones de libras para reparar el daño y que nunca vuelva a hablar de lo sucedido. Tom acepta. Sin embargo, el accidente no sólo dejará marcas en su cuerpo (un miembro amputado y cicatrices que atestiguan aquello de lo que nunca debe hablar) sino también en su bienestar mental, fruto de un trauma severo. Tom se despertará del coma en una realidad distinta de la que recuerda, agarrándose con una vehemencia casi de rigor mortis a la serie de oscuros recuerdos que está decidido a reproducir hasta en el más mínimo detalle. Esta curiosa afición se convertirá en una obsesión y el excéntrico millonario pasará de las maquetas de cartón a las recontrucciones meticulosas hasta convertirse en el embrión de una realidad alternativa inventada a conciencia.

El director levanta la estructura de Remainder siguiendo la senda de las películas puzzle aunque resulta menos misterioso y más clínico, en la medida en que el protagonista busca platós más grandes y realistas, de manera similar a como transcurre la acción en Synecdoche, New York, de Charlie Kaufman: un lupin interminable en el que los acontecimientos se repiten una y otra vez. En sus minuciosas recreaciones de las manifestaciones del déjà-vu real, Tom encuentra fallos accidentales (después de todo, un agujero en una pared fue lo que desencadenó esta repetición maniática, como si se tratara de un tiovivo). La inmersión psiconáutica de Fast en esta mente perturbada ofrece una línea argumental paralela que sigue las claves del thriller de ladrones paranoico; en ella, el protagonista podría desempeñar o no un papel. El director explora así no sólo los temas de la realidad y de la no realidad, del trauma y la memoria, sino también las convenciones del videoarte y del género cinematográfico en una obra homogénea y funcional que logra atar ambos enfoques con efectos sinérgicos.

En comparación con Synecdoche, New York, el diseño de producción es menos opulento: una decisión que refleja claramente el alejamiento del protagonista de la realidad exterior, sin que por ello repercuta en la complejidad de los temas y los motivos que disecciona el director. El aspecto monocromático de la cinta presta cierta cualidad aséptica a su imaginario, siguiendo así la línea de la saneada memoria del protagonista y su (re)construcción artificial de la realidad: una ficción en la que Tom cae en picado y sin control.

Remainder es una coproducción entre la británica Tigerlily Films y la alemana Amusement Park Films. Su agente de ventas es The Match Factory. Soda Pictures la estrenará en Reino Unido el 24 de junio.

(Traducción del inglés)