29/07/2016 - El grupo italiano ha rechazado la alternativa propuesta por Vivendi y amenaza con emprender acciones legales. Bolloré: "Nosotros cumplimos nuestros contratos”

Justo tres meses después de la noticia (leer el artículo) de que se había alcanzado un acuerdo bilateral sobre el canal de televisión de pago Premium, la alianza entre Mediaset y el gigante de la tecnología Vivendi se ha roto, y la perspectiva de un juicio acecha en el horizonte.

Tras rechazar la nueva propuesta de Vivendi, por considerarla “inadmisible ya que resulta incompatible con el contrato vinculante firmado con anterioridad”, la junta de directivos de Mediaset confirió, ayer durante su reunión, el poder a sus directivos para “adoptar todas las medidas pertinentes para asegurar que Vivendi cumple con lo estipulado en el contrato, y si este último no muestra diligencia, para emprender acciones legales por la vía civil, y, posiblemente, por la vía penal para defender los intereses de la empresa”.  De acuerdo con la familia Berlusconi, el “auténtico” y “oculto” objetivo del grupo francés era forjarse “clandestinamente” un “estatus importante” por sí mismo en Mediaset.

El acuerdo firmado en abril resultó en una colaboración a través de un intercambio de acciones: un 3,5 % de acciones en Vivendi a cambio de un 3,5 % de acciones en Mediaset más un 89 % en Premium (el 11 % restante lo poseería la empresa española Telefonica, que se transferiría en una fecha posterior). Además de esto, el contrato contenía una cláusula de no enajenación, según la cual cada compañía debía mantener su participación en la otra durante al menos tres años, y durante este periodo Vivendi sería capaz de ascender del 3,5 % a un máximo del 5 % de capital de Mediaset. Sin embargo, en los últimos días, la sociedad italiana ha anunciado que Vivendi había renunciado al 100 % de sus acciones en la cadena de televisión de pago para presentar un plan alternativo que reduciría su participación al 20 % e incrementaría su participación en todo el grupo al 15 % en un periodo de tres años.

Vivendi, por su parte, todavía cree poder llegar a un acuerdo con Mediaset sobre Premium, pero “se niega a aceptar las acusaciones de que no respeta el contrato” y “se reserva el derecho a tomar medidas para proteger su honor”, entre ellas una demanda por calumnia. Un portavoz del grupo francés, liderado por el economista Vincent Bolloré, explicó a la agencia de prensa ANSA que un análisis interno del plan empresarial para la cadena de televisión de pago de Mediaset resulta ser “excesivamente optimista” e inviable.

El primer semestre del año ha sido testigo de los 27,8 millones de euros de deuda acumulada de Mediaset, en comparación con los 24,2 millones de beneficios del mismo periodo del año anterior. La administración de Mediaset atribuye este perjuicio económico al contrato con Vivendi: en el segundo cuatrimestre, explica una circular, “tuvimos numerosos pagos extraordinarios que se hicieron únicamente en relación con el contrato, valorado en 34,6 millones de euros”.

(Traducción del italiano)