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SAN SEBASTIÁN 2016 Fuera de concurso

Un monstruo viene a verme: ¡Socorro!

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- SAN SEBASTIÁN 2016: La tercera película de Juan Antonio Bayona es una fábula habitada de seres fantásticos, pesadillas infantiles y terrores internos que busca provocar un tsunami lacrimógeno

Un monstruo viene a verme: ¡Socorro!
Lewis MacDougall en Un monstruo viene a verme

Se ha presentado con gran expectación, fuera de concurso, pero desde la sección oficial del 64º Festival de San SebastiánUn monstruo viene a verme [+lee también:
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. Como sucedió en la anterior, de nuevo el barcelonés ha contado con muchos medios/dineros/efectos especiales, ha rodado en inglés (sus metas son extra nacionales, sin fronteras) y con conocidos actores de Hollywood: en esta ocasión con Felicity Jones (nominada al Oscar por La teoría del todo [+lee también:
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), Liam Neeson (que pone poderosa voz y gestualidad al ser fantástico del título) y Sigourney Weaver, quien anoche recibió, aplaudida merecidamente por el público local, el segundo premio Donostia de esta edición (el primero fue a manos de Ethan Hawke).

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La actriz neoyorquina ya visitó la ciudad vasca hace décadas, cuando presentó aquí Alien, el octavo pasajero. De nuevo, pues un monstruo la vuelve a traer a orillas del Cantábrico, pero de características diametralmente opuestas, pues mientras aquel llegaba del espacio exterior donde nadie podía oír tus gritos, éste asoma desde las profundidades del alma asustada de un niño que no acepta la enfermedad terminal de su madre: y aquí sí que oímos sus alaridos, pues Bayona se ha encargado de subrayarlos sobradamente, con el fin de que, como hace el rapaz, acabemos llorando a lágrima viva.

El cineasta no se ha reprimido a la hora de emplear toda la artillería pesada del cine sentimental de baja calidad y manipula el estado del ánimo del espectador a base de una música machacona y cursi de Fernando Velázquez que bombardea los tímpanos del respetable con alevosía. Parece como si el sobradamente triste guión de Patrick Ness (esta vez Bayona no ha contado con su habitual colega en estas lides: Sergio G. Sánchez, quien acaba de debutar como director: leer más) no contuviera suficientes elementos terribles (cáncer, bullying, paternidad ausente…) como para que el director tenga que subrayar el dramático existir de un pobre crío asustado. Su desgraciada historia, donde las pesadillas conviven con una realidad tremenda, está mostrada en los dos niveles: mientras en el primero lidia con una abuela-bruja, en el segundo hará lo propio con el gigante-árbol que cada noche le visita para contarle cuentos no precisamente dysneyanos: en ellos los príncipes son maquiavélicos, los hombres pierden su fe y las malvadas no lo son tanto. Y están ilustrados con animación (técnica narrativa que ya empleó Bayona en su premiado cortometraje Mis vacaciones), que evoluciona desde la acuarela hasta la técnica stop motion, protagonizada por seres sin rostro.

Todo lo anterior sirve para articular un discurso alrededor de la aceptación de la muerte y tendría interés artístico si Jota –como le llama la propia Sigourney- no hubiera cargado tanto las tintas, existiera algo –aunque fuera mínimo- de riesgo en la puesta en escena y el argumento no resultara tan previsible: incluso el diseño del hombre-tejo recuerda peligrosamente a algunas criaturas fantásticas vistas, por ejemplo, en El señor de los anillos. Por todo lo expuesto anteriormente, se deduce que Bayona parece aquí un aventajado alumno de (el peor) Spielberg, quien le va a producir su próxima película, también plagada de seres grandes y furiosos: la enésima franquicia de Jurassic World. Si los protagonistas humanos de ese film gritarán ¡Socorro! cuando sean perseguidos por aquéllos bichos, algo parecido ha deseado gritar este crítico sufriendo la contemplación de la tremenda Un monstruo viene a verme, una película diseñada y empecinada en buscar a cualquier precio la lágrima fácil del público, empeño que ha sacado al monstruo que lleva dentro quien firma estas líneas… como han podido comprobar.

Un monstruo viene a verme es una producción española de A monster calls A.I.E., Apaches Entertainment, Películas La Trini S.L.U. y Telecinco Cinema. La vende por todo el mundo la compañía norteamericana Lionsgate.

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