11/10/2016 - El debutante galo Laurent Teyssier ofrece una lograda mezcla entre el drama social y el cine de gángsters

El primer largometraje del francés Laurent Teyssier, Toril [+lee también:
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entrevista: Laurent Teyssier
ficha de la película], es una mezcla, fruto de una impresionante habilidad, entre el drama social y el cine de gángsters, con una narración de trepidante ritmo que, aún así, deja espacio para un profundo desarrollo de los personajes y de las relaciones que los unen. La cinta se proyectó en la competición 1-2 del festival de cine de Varsovia, dedicada a primeros y segundos largometrajes de prometedores cineastas. 

El personaje principal, Phillipe (un intensísimo Vincent Rottiers, nominado al César al mejor actor de reparto por Dheepan [+lee también:
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Q&A: Jacques Audiard
ficha de la película]), vive en el campo, trabajando la granja que posee su padre, Jean-Jacques (el veterano Bernard Blancan,más conocido recientemente por sus papeles en el cine de Rachid Bouchareb), y cultiva y vende paralelamente pequeñas cantidades de marihuana. Después de que Jean-Jacques intenta acabar con su vida debido a que se ve obligado a vender su tierra para saldar sus deudas, Phillipe decide alquilar su almacén en el mercado a José (el actor turco-alemán Tim Seyfi), un traficante de primer rango en la región, y vender el hachís a los clientes de José. En éstas, el hermano de Phillipe, Cyril (Alexis Michalik), se las ve y se las desea para mantener a flote su restaurante.

Por supuesto, estos negocios no acabarán en nada bueno para Phillipe o su familia; tampoco para Bruno (Karim Leklou), el primo de la mujer de Cyril, que trabaja para José.

Teyssier mezcla el tema del declive de los pequeños campesinos frente a la dominación total de las cadenas de supermercados y del gran capital con la cuestión, más ambivalente desde el punto de vista moral, del control del tráfico de drogas. De hecho, en cierto modo, éste último queda quizá envuelto en el primero: podría verse a Phillipe como un pequeño productor con su invernadero de marihuana siendo tragado por un gran traficante que vende kilos de hachís y cocaína. "No soy uno de vosotros", le dice a José, y uno puede imaginarse ya lo que le va a acarrear este hecho.

El término español toril se refiere tanto a la situación de Phillipe como a la tradición de toreo de la región. José también posee toros y a veces los usa letalmente. Todo esto aparece contenido en el estupendo guion de Guillame Grosse y lo ejecuta con un gusto especial por los encuadres originales Baptiste Chesnais, a los que da ritmo con maestría y no demasiada velocidad Nicolas Caspus. La narración, así, se desenvuelve con una soltura que el espectador acaba con la impresión de que la cinta dura mucho menos que 90 minutos. Por sorprendente que pueda parecer, todos los miembros del equipo técnico mencionados en este párrafo debutan respectivamente en el mundo de los largometrajes de ficción cinematográfica. 

Toril es una producción de Tita Productions de cuyas ventas internacionales se encarga Versatile. 

(Traducción del inglés)