17/10/2016 - Mick Jackson ha presentado en el festival de Roma esta representación sobre el proceso que enfrentó a una estudiosa americana con el historiador negacionista británico David Irving

¿Se puede negar la Shoah? Evidentemente, no. De hecho, en algunos países, el negacionismo constituye un delito, y, sin embargo, existe una corriente de pensamiento que va contra la historia y la ciencia y cuestiona la existencia de los campos de exterminio nazis y minimiza la responsabilidad de Hitler tras el uso de cámaras de gas, que servían, a lo sumo, para eliminar piojos. El historiador británico de la Segunda Guerra Mundial David Irving era uno de los “revisionistas” más exacerbados, y cuando la colega estadounidense Deborah Lipstadt lo acusó en su libro La negación del Holocausto de haber falsificado o ignorado las fuentes, Irving llegó a denunciarla ante los tribunales por calumnias. 

De aquel proceso, celebrado en Londres en 2000, da cuenta Negación [+lee también:
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ficha de la película], dirigida por Mick Jackson, escrita por David Hare (Las horas y El lector [+lee también:
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ficha de la película]) y presentada hoy como parte de la selección oficial de la Festa del Cinema di Roma. La profesora americana, interpretada con una gran incisividad por la británica Rachel Weisz (ganadora del Oscar por su papel en El jardinero fiel [+lee también:
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ficha de la película]), se ve, de pronto, enfrentada a la peculiaridad del sistema legal británico, según el cual, en los casos de difamación, las pruebas las tiene que aportar el imputado. La cosa es, por tanto, emprender una batalla legal para establecer que el Holocausto es una verdad histórica.

Negación no es un thriller. Aunque las conclusiones de las vicisitudes son previsibles (¿qué juez británico daría la razón a un estudioso que afirma que la cámara de gas reconstruida en Auschwitz era “una falsificación fabricada tras la guerra”?), es interesante seguir el desarrollo de los personajes que giran en torno a esta historia. A Irving le da vida Timothy Spall, quizá el diamante más valioso del cine inglés estos últimos años. Spall dota al personaje de una inspirada mirada de extremista, de una insolente determinación y de un descaro asombroso a la hora de conocer la verdad. Hay un momento del proceso en el que el juez (Alex Jennings) se pregunta si Irving actúa realmente de buena fe y si, por consiguiente, habría de tutelar su libertad de expresión. Por su parte, junto a “la imputada” vemos al fascinante abogado Anthony Julius (el irlandés Andrew Scott, el Paul McCartney de la serie televisiva de la BBC Lennon Naked y el Moriarty de la serie Sherlock), que se niega a pedir testimonio a los supervivientes de los campos, y, sobre todo, al príncipe del foro Richard Rampton, interpretado por otro gigante del cine británico, Tom Wilkinson. El hábil abogado da la vuelta a los roles: Irving, que incautamente decidió prescindir de la ayuda de un hombre de leyes, se convierte en el imputado junto con todas sus teorías de complots judíos internacionales. Rampton demuestra que el historiador manipuló los documentos y lo califica como “bent”, corrupto, deshonesto. Al final, el juez Charles Gray retirará las acusaciones y definirá a David Irving como un antisemita y negacionista que “deliberadamente malinterpretó y manipuló pruebas históricas”.

Negación es una producción de la británica Shoebox Films con socios estadounidenses. Su agente de ventas internacionales es Cornerstone Films. Cinema la estrenará en Italia el 17 de noviembre, mientras que su estreno en el Reino Unido está previsto para el 10 de febrero de 2017.

(Traducción del italiano)