12/12/2016 - El documental de Avi Mograbi acompaña a un pequeño grupo de teatro en el campamento de refugiados de Holot, al sur de Israel

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ficha de la película], de Avi Mograbi, se reinterpretan los acontecimientos protagonizados por los africanos en busca de asilo a las puertas de Israel al más puro estilo del teatro del absurdo. Como si se tratase de Esperando a Godot de Samuel Beckett, miles de refugiados deambulan entre la frontera egipcio-israelí sin poder afianzarse en un lugar estable, y esperando sin demasiado éxito una decisión política que les saque del desierto del Neguev.

El documental comienza con Mograbi utilizando las técnicas del “Teatro del Oprimido” con un grupo de demandantes de asilo africanos al sur de Israel, en el campo de refugiados de Holot. Este ‘juego’ teatral reúne a varias personas y les hace reinterpretar una situación que ya conocen, en este caso, cómo intentaron cruzar la frontera para llegar a Israel y cómo el acceso les fue denegado. Entre la improvisación y la planificación de escenas concretas, esta técnica ayuda a los actores a asimilar y superar ciertas situaciones, a veces dolorosas.

Holot es la solución del gobierno israelí al flujo constante de refugiados africanos que buscaban en el país un lugar donde prosperar y poder sentirse a salvo. Allí las autoridades israelíes crearon un limbo legal donde retener a miles de personas durante meses, alegando que suponían un peligro para la seguridad del país, y frenándoles también cuando pretendían dar media vuelta y volver al lugar de donde venían. Entre medio: personas. Personas en peligro, desamparadas de cualquier protección política y sustraídas de sus derechos fundamentales.

Avi Mograbi desmantela la absurda encrucijada de Holot, intercalando sus sesiones teatrales con fragmentos de manifestaciones entre los refugiados frente a las fuerzas de retención israelíes, confesiones de algunos demandantes de asilo sobre los largos y turbios caminos que habían recorrido hasta llegar al campamento y breves explicaciones sobre el proceso político internacional que determina la cuestión fronteriza de Israel. Todo con un tono desesperantemente tranquilo, rescatando la paciencia y el valor humano de las personas atrapadas en Holot.

Aunque el Tribunal Supremo de Justicia de Israel determinó la ilegalidad del campamento y declaró que los mal llamados “infiltrados” debían de ser reubicados, el gobierno de Israel se las ingenió para dispensar la existencia del campo, que pasaría a mantener durante más tiempo a los demandantes de asilo, tan solo provocando una absurda congestión cada vez mayor de personas que deben lidiar con la incertidumbre existencial que les provoca saber que cualquier opción que tomen es ilegal.

La triste asunción de los refugiados del campamento de que el único lugar que les mantendrá con vida será aquel humillante y denigrante campamento cierra este desgarrador documental que retrata un Israel, en su día tierra de refugiados, colocándose en la piel del opresor y negando el asilo a miles de personas en peligro. Avi Mograbi, cuya abuela tuvo que huir de la represión nazi, es el director de este documental producido por Les Films d'Ici y Avi Mograbi Productions, vendido al extranjero por Doc & Film International y distribuido en Francia en enero por Météore Films.