20/12/2016 - Un plan de ayuda a la distribución, un plan de exportación, un acuerdo sobre la proyección continuada de las obras, el impacto de los créditos fiscales... 2016 ha sido un año ajetreado

Concluido por una fuerte señal política a favor de la financiación de obras audiovisuales, con la adopción por el Parlamento de Francia del llamado impuesto “YouTube”, que ampliará desde 2017 el impuesto al vídeo, fortaleciendo el fondo del CNC de respaldo a los ingresos publicitarios o de patrocinio de vídeos en línea, 2016 ha sido un año que ha visto al sector cinematográfico galo dotarse de nuevos instrumentos, reforzando un sistema bien engrasado —fundado en la contribución a la financiación de las obras por todos aquellos que las difunden—, apoyando y garantizando la diversidad de las obras y la actividad económica.

Entre las medidas más destacables, el CNC ha concebido un plan de ayuda a la distribución que entrará en vigor el 1 de enero con el objetivo de apoyar a un segmento de la industria que asume grandes riesgos financieros y que en ocasiones encuentra dificultades para financiar la producción de antemano e implementar campañas de estreno ambiciosas. El plan incluye 5 M€ adicionales (+12%) en ayudas selectivas y automáticas, y los distribuidores también tendrán acceso a préstamos participativos a través del IFCIC (Instituto para la financiación del cine y las industrias culturales).

Anunciado en el Festival de Cannes, el acuerdo sobre la proyección continuada de las obras es otro reflejo de la voluntad de los poderes públicos —en estrecha colaboración con los profesionales— de asegurar una mejor difusión de las películas y permitir el acceso a un mayor número de obras en todo el territorio francés. Principalmente, este acuerdo regula (de un modo muy preciso que sin embargo deja cierto grado de flexibilidad) la multiprogramación en los complejos multisalas de seis pantallas y más. Entre otras cosas, el acuerdo garantiza un número determinado de sesiones por cada película, una exhibición mínima de dos semanas y un compromiso por parte de las salas al menos dos semanas antes del estreno nacional. El acuerdo también incluye una mejor difusión de las películas en las zonas rurales y en las poblaciones de menos de 50.000 habitantes.

Cabe destacar asimismo un original plan de exportaciones (leer el artículo), cuyos resultados será interesante observar, ya que este respaldo a los exportadores de películas francesas será evaluado en función del número de espectadores atraídos realmente por dichas obras en los países a los que hayan sido vendidas.

En 2016 también se han constatado los primeros beneficios de la revisión de los dispositivos de crédito fiscal cinematográfico y audiovisual (noticia), que ya ha permitido retener muchos rodajes de cintas francesas tentadas por el exilio, y que resulta tan atractivo que el número de producciones internacionales que quieren venir a rodar a Francia ha superado rápidamente las previsiones más optimistas (el 30 de noviembre de 2016, las cifras ascendían a 36 rodajes y más de 152 M€ gastados en Francia, siendo destacable el rodaje de Dunkirk, de Christopher Nolan, que tuvo lugar en los meses de mayo y junio en el norte del país).

Este año, el CNC también ha lanzado ACM Distribution (iniciado con el programa Europa Creativa Media, leer la entrevista) con el objetivo de respaldar la circulación internacional de coproducciones francesas con el resto del mundo, continuando al mismo tiempo con su inversión mediante la ayuda al desarrollo de coproducciones franco-italianas, franco-portuguesas y franco-griegas.

En el calendario de 2017 figuran principalmente una reforma del acuerdo de largometrajes, un posible plan de estructuración del sector de los efectos visuales digitales (VFX) o una redefinición de la ayuda al cine de arte y ensayo. Todo ello sin olvidar el tema recurrente de la eventual modificación de la cronología de los medios (artículo), en un momento en el que el servicio Amazon Prime Video acaba de aterrizar en Francia. Un recién llegado que sin duda va a contribuir a acelerar el desarrollo del VoD por suscripción en el país, un modo de consumo de las obras que en la actualidad registra un crecimiento anual que es ciertamente envidiable para otros muchos sectores económicos, pero que está todavía muy lejos de haber explotado su enorme potencial.

(Traducción del francés)