25/10/2023 - El cuarto largometraje de Antonio Méndez Esparza, rodado por fin en su España natal, no se conforma con pertenecer a un solo género cinematográfico y salta continuamente a otros

Afincado en Estados Unidos, el cineasta y docente Antonio Méndez Esparta ocupó titulares cuando con su primera película, Aquí y allá [+lee también:
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entrevista: Pedro Hernández
ficha de la película], obtuvo el Gran Premio de la Semana de la Crítica de Cannes, y con su segunda, La vida y nada más [+lee también:
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entrevista: Antonio Méndez Esparza
ficha de la película], el premio John Cassavetes de los Independent Spirit del 2017. Siempre instalado en las postrimerías de la realidad y filmando sus trabajos previos en América, por fin ha rodado en España (y en castellano) Que nadie duerma [+lee también:
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entrevista: Antonio Méndez Esparza
ficha de la película], traslación a la pantalla de la novela del mismo título de Juan José Millás, interpretada por Malena Alterio y Aitana Sánchez Gijón y estrenada mundialmente en la sección oficial de la edición número 68 de la Seminci - Semana Internacional de Cine de Valladolid.

Libro y largometraje retratan a Lucía, una mujer madura que, bruscamente y por la incompetencia de sus superiores, pierde su trabajo como informática en una empresa dental. Así que toca reinventarse y, sin perder su desparpajo y simpatía naturales, se recicla en taxista y empieza a trabajar recorriendo las calles y recogiendo clientes, al tiempo que flirtea con el vecino del piso de arriba, aficionado a escuchar la ópera Turandot, de Puccini (un aria del acto final de esta ópera da título a película y novela).

Espoleada por su imaginación y vestida como la mítica hija del emperador chino, esta Travis Bickle de los barrios menos fotogénicos de Madrid empezará a conocer a gente nueva que se sube a su vehículo, entre ellos a un escritor y a una productora teatral, con quienes mantiene relaciones fuera del vehículo mezclando ocio y negocio, sueños e ilusión, y sobre todo entrega y pasión, pues para ella “el amor es la gasolina del mundo”.

Que nadie duerma se conduce así entre lo que el personaje central hace y lo que imagina, lo que vive, siente, piensa y arrastra con ella personal y familiarmente. Con un apoyo absoluto en Alterio, su actriz principal, la película sigue la estela de los juegos literarios y meta ficcionales de los escritos de Millás, saltando de la realidad a la ficción e incluso cuestionando el trabajo del escritor, ese insaciable y cruel vampiro de vidas ajenas y fabricador de utopías.

De este modo, Que nadie duerma no se acaba de conformar por transitar por un solo plano narrativo (¿qué es real y qué es ficción en la cabeza de su personaje central, esta Doña Quijote moderna y motorizada?), sino que, como si estuviera afectada de disforia (cinematográfica), se desliza entre la comedia costumbrista y el drama, el misterio y la extrañeza, la road movie urbana y el revenge film, de tal manera que cuesta definir a este largometraje con un género único. Va saltando de uno a otro hasta mutar en una cinta indeterminada, inesperada y ligeramente desconcertante.

Que nadie duerma es una producción entre España y Rumanía de las compañías Aquí y Allí Films, Wanda Visión y Avanpost. De su distribución española se encarga Wanda Visión, que la estrena en salas el 17 de noviembre, y de sus ventas internacionales Film Factory Entertainment.