email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

BERLINALE 2024 Forum

Crítica: Reas

por 

- BERLINALE 2024: El musical de Lola Arias amplifica las voces de una notable selección de personajes con un reparto no profesional que reconstruye sus días en la cárcel

Crítica: Reas
Yoseli Arias e Ignacio Amador Rodriguez en Reas

La directora argentina Lola Arias vuelve al Forum de la Berlinale con su segundo trabajo, Reas [+lee también:
tráiler
entrevista: Lola Arias
ficha de la película
]
, un enérgico híbrido que mezcla lo documental con lo narrativo y lo musical en el que aparecen mujeres y personas transexuales exreclusas que recrean su encarcelamiento

Os presentamos a Yoseli (Yoseli Arias), Nacho (Ignacio Amador Rodriguez), Estefi (Estefy Harcastle), Noe (Noelia LaDiosa), Paulita (Paulita Asturayme) y Carla (Carla Canteros). Ellas recuerdan su pasado en prisión y sus sueños por un futuro mejor a través del movimiento y la música. Estos sueños pueden parecer ordinarios para personas “normales”, pero son atrevidas metáforas de lo que para ellas constituye la libertad.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)
Hot docs EFP inside

¿Otro musical? ¿Por qué no? Ya no es una antigüedad. El musical está experimentando una revitalización activa tanto en Hollywood como en Europa. Elvis, Wonka, Annette [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película
]
y West Side Story son solo algunos de los más recientes éxitos internacionales. Mientras que, este año en Europa, podemos esperar el thriller musical Emilia Perez, de Jacques Audiard, y Dans la cuisine des Nguyễn de Stéphane Ly-Cuong.

Este resurgimiento se ve alimentado por una renovada apreciación del potencial de juego y la experimentación que el musical fomenta. Arias también lo utiliza como un método de sanación. Con la reconstrucción de la memoria y dejando a las heroínas hablar, la película traspasa los límites del musical contemporáneo y lo aleja del territorio kitsch para llevarlo a uno más terapéutico e introspectivo. Sin embargo, aún está presente una parte moderada de kitsch, aunque roza con una meditación política y social sobre el crimen, la reparación, el cuerpo y la comunidad.

Lo que una vez fue una cárcel, ahora es su escenario. El entorno carcelario es una parte fundamental para la película. Ya que no fue posible grabar en la prisión de Ezeiza, las exreclusas de esta reviven su pasado entre rejas en la prisión abandonada de Caseros. A finales de los años 70, durante la dictadura de Jorge Rafael Videla, fue una cárcel para prisioneros políticos y un blanco frecuente para los grupos de derechos humanos que denunciaban las condiciones inhumanas de vida de Casero. La mala fama de la instalación y su inquietante y poética apariencia añaden capas simbólicas, que invitan a reflexionar sobre el trato y la opresión sistemática de las personas “inoportunas”.

Los momentos en los que empiezan a cantar revelan las historias clave del desamor, ser detenidas o casarse. Incluso el recuento se convierte en una pieza musical. Con ritmos alegres y latinos cantan sobre las dinámicas de control que hay entre ellas y los guardias, creando así una secuencia musical maravillosa que evoca el cinismo de esta dominante práctica. La película tampoco intenta huir de algunos clichés de la era MTV.

La ecléctica coreografía se siente natural, permitiendo a las heroínas moverse y expresarse a sí mismas libremente. Un ejemplo es la escena donde Noe, una mujer trans que ha sido víctima de la prostitución forzada, da una clase de voguing a sus compañeras. El personaje vibrante de Noe es, de hecho, el corazón palpitante y cómico de la película.

Excepto por una pelea entre Carla y Noe que escala en una escena de baile, no hay nada de violencia o traición dentro del grupo. Reas no intenta poner a unas contra las otras, al contrario, es una película sobre la solidaridad en cautividad. Sin embargo, la escena sin música en la que los guardias le están pegando una paliza a Nacho nos devuelve al realismo carcelario.

Aunque la atención se posa relativamente por igual en cada miembro del elenco, Yoseli y Nacho destacan como protagonistas. Nacho, un chico trans, líder de la banda de rock de la cárcel, aporta un aspecto nervioso y de rock’n’roll. Pero hay mucho más de lo que se ve a simple vista: del personaje de Nacho brota una tragedia íntima unida a grandes ambiciones.

La llegada y la partida de Yoseli establecen el marco de la película, ya que ella es la infiltrada entre rejas del espectador. Sin perder nunca su ternura ni su esperanza incorrupta, la amante de las telenovelas, Yoseli, nos muestra con su trayecto que madurar en cautividad no implica necesariamente un aislamiento emocional.

El respeto de Arias por su reparto se materializa a través de su humilde dirección. Con el simple hecho de dejarlas brillas, Reas evita cuidadosamente el más mínimo indicio de estigmatización de estos personajes, que de otra manera serían marginados. No hay búsqueda de sensaciones, ni ambiciones premeditadas de ”wokismo”. Solo gente real divirtiéndose un poco y quizás, solo quizás, consiguiendo algún cierre.

Reas es una coproducción de la argentina Gema Films, la alemana Sutor Kolonko y la suiza Mira Film. Las ventas mundiales las gestiona la francesa Luxbox.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del inglés por Joanna Sánchez Moya)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy