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SÉRIES MANIA 2024

Crítica serie: Dates in Real Life

por 

- Lo virtual y lo real se encuentran en esta comedia romántica y sociológica creada por el noruego Jakob Rorvik

Crítica serie: Dates in Real Life
Gina Bernhoft Gørvell en Dates in Real Life

¿No está la realidad un poco sobrevalorada? Ida (Gina Bernhoft Gorvell) mantiene una relación amorosa satisfactoria con Marvin (Jacques Colimon) a pesar de los miles de kilómetros que les separan. Gracias a un juego online y a la interacción de sus avatares en un espacio virtual, Ida y Marvin se despiertan uno al lado del otro, se besan, se tocan e incluso beben champán juntos para celebrar su tercer aniversario. Pero el mundo de Ida se desmorona cuando Marvin le dice que ha conocido a alguien "IRL" (“in real life”), es decir, en la vida real. Guiada por su ira y su grupo de amigos virtuales, la joven se lanza a la arena —muy real— de las citas en Oslo con el objetivo de vengarse de Marvin y demostrarle que lo virtual y lo real no constituyen dos mundos separados.

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Con su introvertida protagonista y su fotografía más bien sombría, la serie Dates in Real Life (mejor serie en la sección Panorama International del Séries Mania —leer la noticia—), cuyo creador y director es Jacob Rorvik, llega de forma bastante inesperada. Sin embargo, como todos sabemos, las apariencias engañan, y eso es algo que se explora a fondo en este romance new age, que utiliza los recurrentes códigos de la comedia romántica para sorprendernos con nuestras propias ideas preconcebidas. La estructura que presenta la serie no es otra que la clásica: Ida acaba de ser abandonada y salta a la palestra para encontrar de nuevo el amor. Lo que nos esperamos es que conozca a una serie de extravagantes pretendientes y que, además de encontrar a su alma gemela antes del final de la obra, también se encuentre a sí misma. La dirección también es bastante sencilla, ya que el cineasta se asegura sobre todo de que los movimientos de ida y vuelta entre los mundos virtual y real queden bien claros. El aspecto en el que más destaca Dates in Real Life es en su punto de partida virtual, así como en el sorprendente descubrimiento por parte de la protagonista de las prácticas supuestamente "normales" en las citas IRL.

La ronda de citas comienza ya en un primer episodio en el que, tras vernos obligados a prescindir de la ternura de Marvin al principio de la serie y enfrentarnos a la incomodidad de un encuentro anónimo en un bar, nos sentimos embargados por un fuerte deseo. Como Ida, tenemos ganas de marcharnos y buscar consuelo en el mundo virtual, que de repente parece mucho más real que artificial. De forma totalmente inesperada, se da una breve lección de humildad a los espectadores inclinados a considerar que todos los intercambios virtuales son subinteracciones sociales. En cuestión de segundos, lo desconocido se vuelve familiar y la norma se desenmascara en toda su arbitrariedad. Pero no hay mucho tiempo para reflexionar sobre esto, ya que el humor entra rápidamente en juego: "¿En cuántas citas has estado?" pregunta Ida a su primer pretendiente. "Esta es mi quincuagésima, ¿y la tuya?". El tono queda más que establecido, y nuestra empatía por Ida está asegurada.

Lo que sigue es lo bastante inteligente como para evitar repeticiones y respetar al mismo tiempo los pasos ineludibles en el juego del amor y el azar, tanto los del siglo XXI (deslizar a la izquierda, deslizar a la derecha, poner alguna que otra mentira en las aplicaciones de citas…) como los atemporales (el miedo a la primera vez, los celos, el apoyo de los amigos…). Más que una simple buena idea, la confrontación entre una protagonista asocial y el romanticismo del —supuesto— mundo real va aquí más allá del truco del pez fuera del agua. De hecho, además del despertar de sus sentidos y su deseo gradual de romance, Ida también se enfrenta a un corazón roto. Por tanto, el guion se convierte en testigo de cómo Ida evoluciona a través de sus citas, y todo ello ocurre al mismo tiempo que nuestro interés crece sin parar, al igual que lo hace el poder emocional de la serie. Aún está por ver adónde nos llevará todo esto, así que crucemos los dedos y esperemos que Dates in Real Life mantenga este tono curioso y alejado del moralismo en todo lo que sigue a estos tres primeros episodios.

Dates in Real Life ha sido producida por la noruega Maipo Film y emitida por NRK. Las ventas internacionales de la serie corren a cargo de DYNAMIC TELEVISION.

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(Traducción del francés)

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