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VENECIA 2006 Competición

Tsai Ming-Liang y las historias de amor malasias

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No hay lugar mejor que la casa de uno, dice el refrán. Tras una exitosa lista de películas ambientadas principalmente en Taipei, Tsai Ming-Liang decidió plantar el decorado de su última película, I don't Want to Sleep Alone [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
(Hei yanquan) en su Malasia natal. El Festival de Cine de Venecia, que otorgó a Ming-Liang el León de Oro en 1994 por Vive l'amour (Aiong Wansui), acoge hoy la presentación oficial de la película, que recibió anoche un caluroso aplauso en su primera proyección para la prensa.

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“Ésta es una película importante para mí”, afirmó Tsai Ming-Liang. "Explora el tema de la inmigración. He plasmado en ella algunos recuerdos personales, puesto que fui inmigrante en Taiwán”. Rodada con un equipo local y contando con la presencia de Lee Kang-Sheng, el actor fetiche del director, I don't Want to Sleep Alone cuenta la historia de Hsiao-Kang, un sintecho chino rescatado por un grupo de trabajadores bengalíes tras sufrir una agresión en la calle. Sin embargo, esta historia potencialmente trivial sobre la solidaridad entre extranjeros que tiene por tela de fondo una calurosa y húmeda Kuala Lumpur se convierte en seguida en un cuadro más complejo cuando uno de los bengalíes, Rawang, parece tener un cariño especial por él. Tsai Ming-Liang rueda este “amor que no se atreve a revelar su nombre”, una clase de historia con una profunda ternura y una sutileza erótica, opuesta claramente a su duro musical anterior, El sabor de la sandía. El frágil equilibrio de su relación se verá, sin embargo, sacudido cuando Hsiao-Kang comienza pronto una relación paralela con Chyi, camarera de un café, y con la jefa de ésta. A partir de ese momento, la película se vuelve un perturbador laberinto de emociones en el que Tsai Ming-Liang utiliza peculiares elementos simbólicos, especialmente las manos del personaje, que parecen una doble metáfora de poder y cariño.

Planos estáticos, momentos musicales introducidos como una resonancia del mundo interior de los personajes, escasos diálogos, insinuación privilegiada por encima de una intriga directa. El estilo de Tsai Ming-Lianf permanece incomparable, demostrando, una vez más, su capacidad para intrigarnos con su única aptitud de ser grotesco y poético al mismo tiempo.

I don't Want to Sleep Alone ha sido producida por Soudaine Compagnie (Francia) y Homegreen Films (Taiwan), en coproducción con el New Crowned Hope Festival 2006 (Austria). Las ventas internacionales corren a cargo de Fortissimo Film Sales.

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(Traducción del inglés)

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