19/09/2002 - Los empresarios belgas adoptan un sistema para clasificar las películas, en tanto sale una reglamentación nacional

La ciación Belga de Distribuidores de Películas(ABDF) está preocupada por la decisión de varios empresarios del sector de adoptar un sistema propio para clasificar las películas, en tanto sale una reglamentación nacional. Desde hace cuatro meses, el grupo Carpentier, propietario de salas multiplex en Mons y Tournai, ha fijado su propia clasificación, y Kinepolis pondrá una especie de “guía para los padres” similar a la existente en Holanda.
El sistema holandés, llamado Kijkwijzer, muestra a través de una serie de pictogramas si las películas, vídeos, programas o discos compactos son indicados para menores de 6, 12 o 16 años. Las viñetas señalan también el grado de violencia o vulgaridad en la obra, obtenido mediante respuestas dadas por productores y distribuidores a un cuestionario muy detallado.
Los distribuidores belgas temen que la existencia de demasiados sistemas de clasificación pueda crear confusión, entre otras razones porque sólo se refieren a las películas proyectadas en salas, y no en vídeo o en televisión. Las autoridades trabajan ya en una revisión de la normativa que se aplique a todo tipo de soporte, así como en la reforma de la comisión de vigilancia, muy criticada, con competencia en la materia.

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